La moto tiene un sinfín de aspectos positivos. Nos quedaríamos cortos para describirlos, los que vivimos esta pasión lo sabemos, pero uno de los mejores es sin duda alguna la camaradería que existe entre motociclistas y la posibilidad que esto nos da para hacer amigos en todas partes. Es una gran sensación llegar a muchos lugares y que por el simple hecho de ir en moto las personas se nos acerquen a saludar, a preguntar algo sobre la ruta o sobre nuestras motos y puedan surgir nuevos amigos a donde quiera que vayamos.
Es una práctica normal de muchos, llenar los tanques de sus vehículos hasta rebosarlos, algo que además de absurdo resulta peligroso, ya que en muchos casos ese combustible «extra» vuelve a salirse por la tapa o por los sistemas de desfogue y van dejando toda la vía con un reguero que se convierte en una trampa para los demás conductores, especialmente para quienes vamos en moto, que siempre llevamos la peor parte. Aunque fuera solo por ahorrar dinero, que bueno sería que pensaran en ello.