Pocas veces la vida nos permite conocer personas tan especiales. Salvatore Salamone fue una de ellas. Mi primer contacto con él fue en la Carrera de Estrellas en el 2005. Luego de ese día pasarían varios años, antes de volvernos a ver, para entablar una muy buena amistad.
En la primera carrera de Estrellas, organizada por Juan Pablo Montoya, conocí a Salvatore. En la imagen compartiendo con el piloto de BMW Motorrad.
Aficionado al Supermotard, un deporte que me apasiona, Salvatore llegó al motociclismo y a las pistas bogotanas. Pero de dónde vino «Salva».
Salva el fotógrafo
Esta foto me la compartió hace años, me parece que ese es él al 100%
Para muchos, en nuestro medio, la faceta más conocida de Salvatore fue la de las motos. Pero él llegó a Colombia como fotógrafo de la Revista Don Juan, una publicación donde la fotografía era su plato fuerte y las mujeres más bellas del país, sus protagonistas. Tras muchas de esas portadas y fotos, estaba Salvatore.
Luego trabajó como fotógrafo en Soho, otra publicación que contó con muchas imágenes captadas por la lente de Salva.
Salva y las dos ruedas
Pero la pasión por las motos era algo que estaba allí y no se quedaba atrás. Así fue como comenzamos a verlo en Tocancipá, cámara en mano, tomando fotos de los pilotos. También hubo momentos en que él corrió en Supermotard y fue justamente un año antes de reencontrarnos que sufrió un fuerte accidente que lo alejó de las carreras.
Restaurar motos era otra de sus pasiones.
Nos volvimos a ver por casualidad en un almacén en Bogotá. Salvatore estaba preparando unas motos de carreras y fue así como nos re-conocimos.
Amigo de todos
Una vez entablamos nuestra primera charla formal, terminé invitada a verlo rodar en su recién preparada moto de carreras de Supermotard. Así que sin pensarlo mucho llegué hasta el circuito de Cajicá donde probaría sus motos.
Me sacó las tripas
Aún no sé cómo logró convencerme de ser su parrillera, pero me subí. Fue mucha la gracia que le causé, pues la mitad del tiempo le decía que bajara la velocidad y el resto del tiempo trataba de agarrarme como fuera para no quedarme por fuera del sillín.
En esta imagen estoy con Salvatore, disfrutando de una vuelta en Cajicá. Cuando me compartió las fotos las había nombrado como Lina Garrapata, era tal el susto que estaba muy bien agarrada, jajaja
Este primer encuentro en moto, nos unió mucho. Nos hicimos grandes amigos y me abrió las puertas de su mundo.
Salva el manager
Luego de años de amistad, llegó la hora de ver a Yonny Hernández en el Mundial de Velocidad, recuerdo que en algún momento hablé con sus padres y les mencioné a Salvatore, quien podría ayudarle como manager, por el tema de su nacionalidad, pues eso le abría las puertas más fácilmente que a un colombiano, en el mundo del Paddock.
Con Yonny y Santiago comenzó la vida de Salva como Manager
Aquí con uno de sus pupilos, Mauricio Palacio
Así fue como comenzó la relación entre Yonny y Salvatore, algo que duró varios años y que nos permitió tener un contacto más cercano con nuestro piloto, aquí en Colombia.
Ver crecer el motociclismo
Ese fue siempre su sueño, no importaba el sacrificio, ver crecer el motociclismo en Colombia era lo que tenía siempre en mente. Así comenzó con el Team ADT, una marca que lo apoyó desde el inicio y con la que hasta este año seguía unido.
De la mano de Salvatore Salamone vimos crecer a pilotos como Maria Paula Arias «Mapis», también pasó por sus manos Valentina Martínez, Daniel Pulgarín, Pablo Echeverry y Tomás Jaramillo y muchos más.
Puso a los protagonistas de los medios a pedir apoyo para el motociclismo
Aquí su esposa, Maria Luisa Ortiz, apoyando la campaña para recaudar fondos
Pero sin dudas la relación más fuerte se creó con Mauricio Palacio «Pele», casi un hijo para él. Cómplices, compinches, trabajadores incansables. Este par de hombres lograron llevar el Team ADT al #1 en el motociclismo de velocidad en Colombia.
Salva el hombre de familia
Dos mujeres eran la adoración de Salvatore, su esposa Maria Luisa Ortiz y su hija Cecilia. Ambas le toleraron a Salva las horas de insomnio trabajando en las motos y buscando patrocinios. Hoy ellas sienten esta pérdida más que ninguno de nosotros y estamos con ellas desde la distancia.
El parcero
Compartimos muchas horas juntos, llamadas eternas arreglando cada aspecto del motociclismo, planeando nuevas estrategias, comprometidos con los pilotos para darles el espacio para mostrar cuán brillantes eran.
Salva, mi amigo del alma, hoy llegó a la meta, te voy a extrañar.
Se ha ido un amigo, mentor de muchos y con quien compartimos la afición por el motociclismo deportivo. Siempre estarás en nuestros corazones, pero especialmente en el mío.
Salvatore Salamone R.I.P.