En los últimos años se ha vuelto muy común ver ciclomotores eléctricos por doquier. Recientemente en un viaje por Estados Unidos, nuestros colaboradores conocieron el Roadrunner de Voro Motors. Una empresa que nació en Asia y que hoy tiene su base en el país del norte, tiene varias propuestas interesantes, pero una de ellas captó nuestra atención.
El Emove Roadrunner, es una mezcla entre ciclomotor y scooter. Lo que más llama la atención es su tamaño que no es el más grande y por ello facilita a quien lo posea llevarlo a casi cualquier lugar. Son un metro y 27 centímetros de largo por 81.3 de alto y el ancho del manillar es de 63.5 cm. El sillín tiene una medida total de 35.6 centímetros, más que suficiente para una persona. Desde el piso al sillín hay una distancia de 45.7 centímetros, lo que la pone al alcance de muchos tamaños de pilotos. La altura mínima con respecto al piso es de 20.3 centímetros.
Sus llantas parecen más las de una patineta eléctrica, que las de una moto, con solo 14″ de diámetro. Cada una de ellas posee un motor eléctrico. En la llanta delantera tenemos uno con 350 W de potencia, mientras que en la trasera hay uno con 500 W. Combinando estos dos propulsores, la pequeña moto alcanza una velocidad de 56 km/h.
Para contener su «poder» tenemos frenos de disco hidráulicos y ABS firmado por X-Tech.
Usabilidad
Para comodidad de los usuarios, la batería se puede retirar para su carga y gracias a un interesante formato de mercadeo, la empresa le regala una segunda a sus clientes, al momento de la compra. Así disfrutarás de 80 kilómetros de autonomía mientras la otra se recarga. Por cierto las baterías son de litio de 48 V.
La idea de este ciclomotor es brindar un medio de transporte ágil y sencillo para moverse en la ciudad. Para comodidad de quien lo conduce, el manillar se puede adaptar en altura y profundidad, pero el sillín si es estático. Las suspensiones solo están presentes en la parte delantera y se trata de un sistema hidráulico que se puede regular. Algo que sería bueno ensayar, en especial en pavimentos un tanto irregulares.
En cuanto a las cifras en la báscula, el Roadrunner solo pesa 25 kilos y soporta una carga de 150 kg.
Tiene un tablero LCD, luces LED de 280 lúmenes, ideales para ver en horas de la noche. También tiene luces de freno traseras. Como la mayoría de patinetas, el acelerador se acciona con el pulgar, algo que debe practicarse pues no siempre tenemos el tacto para ello.
Si buscamos comodidad, el fabricante declara que el sillín es en espuma visco elástica altamente adaptable y suave. Además para cada uno hay variedad de piezas que pueden cambiarse, de forma que se elijan las que mejor se adaptan a cada cual, en especial el manillar y el sillín.
La estructura del chasis está fabricada en aleación de aluminio. El tiempo de carga de cada batería es de 12 horas.
De fábrica cuenta con una garantía de un año, pero se puede extender hasta por cuatro años, pagando un extra. El valor del Roadrunner es de US. 1.500 más de 5 millones de pesos y puedes comprarlo a través de su sitio web.
Los dejamos con el video promocional de la marca estadounidense
Al final del día y para ser honestos, nos decantamos más por opciones locales como la patineta de Hakuna, donde puedes ajustar la altura del sillín y del manillar. Igualmente vas sentado y tienes suspensión trasera, además de un precio más razonable y apoyas la industria nacional.