Son muchos los ingredientes, por llamarlos de alguna manera, que se combinan a la hora de la accidentalidad, algunos de ellos tienen que ver con la irresponsabilidad de los conductores, de los peatones, o con factores externos como el clima, el pavimento, la pintura, en fin son innumerables, pero muchos de ellos pueden controlarse evitando que el número de eventualidades incremente.
Preocupados siempre por la seguridad de los motociclistas queremos compartir con nuestros lectores un texto que fue escrito por un vocero de OSRAM, una multinacional con casa principal en Alemania y cuya especialidad es la iluminación. En el texto que publicamos, en esta nota, el tema a tratar es el uso no reglamentario de ciertas luces en los vehículos, lo que sin duda es muy frecuente en nuestro país y en varios de América Latina y que incide en la cifra de accidentalidad.
El concepto de «estética» a veces riñe con el de la seguridad, no cometas estos errores evita accidentes.
Semáforo rojo para los productos no reglamentados en el tránsito
- Felipe Ángel*
Informalidad, un gran daño para nuestra sociedad. El incumplimiento de la ley perjudica diversos sectores de la economía y muchas veces pone vidas en peligro. Un caso preocupante lo podemos evidenciar todos los días en el tránsito, donde tenemos una ya arraigada sensación de que nada está prohibido.
Son varias las violaciones y las consecuencias que repercuten en terribles estadísticas. Los países de Latinoamérica figuran entre los líderes en muertes en accidentes automovilísticos. Cuando analizamos las víctimas mortales en el tránsito, encontramos miembros de nuestra región listados entre los locales más peligrosos para conducir en el mundo: Venezuela (37 muertes en el tránsito por cada 100.000 habitantes), Ecuador (27), Brasil (22), Paraguay (21), Uruguay (20), Bolivia (19), además de Colombia y Perú (ambos con 16), según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), colectados entre 2009 y 2010.
Hasta las vías más “seguras” de Latinoamérica, como México (15), Panamá (14), Costa Rica (13), Argentina (12) y Chile (11), tienen media peor que las naciones europeas, la mayoría debajo de 7 muertes. Estos trágicos datos tienen mucho que ver con la baja calidad de carreteras y las leyes sobre el alcohol y la conducción, pero otra gran causa de la inseguridad está en nuestros propios coches y motos.
Es sabido que las preocupaciones por requisitos como airbags y frenos ABS son más exigentes y mucho más antiguas en regiones como Europa, Japón, Australia, Estados Unidos y Canadá. Acá, las marcas que venden vehículos nuevos tienen exigencias menos rigorosas para ofrecer seguridad. Sin embargo, los propietarios de vehículos muchas veces también se equivocan y terminan causando aún más problemas, principalmente en lo que refiere a la iluminación.
Entre las irresponsabilidades más comunes está la instalación despreocupada de kits de conversión HID. Con el objetivo de “embellecer” sus coches, llamando más la atención, muchas personan instalan luces no certificadas de xenón, que pueden dañar los faros de sus vehículos, quemando las partes eléctricas, y perjudicando la visión de otros conductores o peatones, generando accidentes.
Lo contrario también ocurre con mucha frecuencia. Por desconocimiento, existe una gran demanda por bombillos LED con función de “flasheo” que no entregan la luz necesaria para un faro de vehículo. Sin importar la condición climática, utilizar estos productos representa una enorme imprudencia que genera una pérdida de visión del vehículo que los lleva instalados y adicionalmente disminuye significativamente el tiempo de respuesta de los conductores que conducen detrás en el momento de alguna frenada.
Para evitar situaciones de este tipo es fundamental siempre comprobar si los bombillos comprados para su vehículo están certificados con sellos de normativas europeas o americanas, como ECE o SAE, además de investigar la reputación de la marca del producto (lo ideal sería que siempre se conozca la marca original del bombillo de su coche, para que en caso de cambio, el reemplazo funcione igual que cuando su vehículo estaba nuevo).
Una mala elección puede generar consecuencias financieras con reparaciones en el automóvil y el aumento de riesgo de experimentar un accidente. La tranquilidad está es tener la certeza de que conducir será siempre un placer, con comodidad y, sobre todo, seguridad.
* Felipe Ángel es Gerente de Vendas de OSRAM Andina (que incluye Colombia, Ecuador y Perú)