No pudimos rodarlas como hubiéramos querido, la situación actual nos impone unos límites que nunca antes habíamos tenido a la hora de probar una nueva moto, pero eso no nos impidió sacarle el jugo a este par de “hermanas” que prometen dar pelea, hablamos de las Nitro 125 y 151.
Son muy parecidas, de hecho al verlas por primera vez en el garaje, pensé que eran idénticas y que simplemente se diferenciaban en la cilindrada, luego me pude dar cuenta que aunque hay muchas similitudes, también hay diferencias importantes en su diseño, pero al estar decoradas con los mismos tonos y gráficos, terminan siendo como un par de gemelas a simple vista.
Esta es la Nitro 125
Las Nitro son unas “fichas” muy importantes dentro de la nueva estrategia de Auteco Mobility, que vienen a complementar la gama de modelos de su marca Victory, la cual cuenta en el momento con un catálogo que dispone de diez opciones en cuatro categorías y se espera la llegada de más novedades en el mediano plazo, tal como lo anunciaron en la edición virtual de la Feria dos Ruedas, el pasado mes de mayo.
Pero qué es Victory se preguntarán muchos, y les diremos que esta marca nació en 2006, fue creada por Auteco con el objetivo de ofrecer motos de origen chino, armadas en el país, con integración de componentes nacionales, previamente probadas y puestas a punto por la ensambladora colombiana, para garantizar su adecuado desempeño en nuestro territorio, clima y condiciones de uso. Pero después del lanzamiento de un primer modelo de doble propósito llamado Furax, el cual probamos en aquel entonces a lo largo de un año sumando 20.000km, la marca entró en una larga pausa, luego de que la Furax fuera descontinuada un par de años más tarde, tras un cambio de rumbo en las estrategias comerciales de Auteco, que le apostaba con todo a Bajaj, en lo que sería una excelente decisión que los llevaría a liderar el mercado de manera contundente hasta la actualidad.
Con la 125 todo fluye de buena manera, es esa moto en la que uno se siente a gusto de inmediato, es más cómoda para manejar, suave en todo sentido
Lo cierto es que Victory no solo está de regreso, sino que Auteco Mobility ha trabajado duro para ofrecer una serie de modelos que muestran la madurez y el conocimiento adquirido a través de los años y eso se percibe al subirse en estas dos motos que comparten la misma plataforma, pero con diferencias importantes, no solo en cilindrada, sino también en diseño y equipamiento, que como decíamos al inicio, a primera vista no son tan evidentes, pero que luego de un repaso más detallado será imposible ignorarlas.
Antes de entrar en materia, siento importante aclarar algo que pude percibir con solo rodarlas unos pocos kilómetros y es que las Nitro, aunque luzcan llamativos diseños de corte deportivo, no son motos de alto desempeño, sus motores no fueron pensados para rendir altas potencias, ni tampoco para alcanzar velocidades muy elevadas que las conviertan en motos deportivas, en todo el sentido de la palabra, aunque tampoco es que sean lentas, pues ambas son capaces de poner sus velocímetros digitales por arriba de 100 km/h con relativa facilidad, cuando la vía y el tráfico lo permiten, pero en esencia se trata de motores tranquilos, de funcionamiento suave, de consumo contenido y muy baja complejidad mecánica, pensados para ser confiables, cualidades que serán bien recibidas por muchos usuarios que estén buscando moverse con eficiencia, gastando poco, a velocidades seguras, con mínimo mantenimiento y sin pretensiones de ganarle a cada moto que se les cruce en el camino. Por eso si usted es de los que solamente piensa en ir a fondo y ser el más rápido del barrio, creería que las Nitro no son lo que anda buscando y perfectamente puede dejar de leer esta prueba en este punto, pues el mercado ofrece otras alternativas mucho más acordes a esas expectativas. Esto lo digo al ver como algunas motos de enfoque urbano-utilitario son criticadas de manera despiadada en las redes sociales simplemente porque sus números no complacen a los “rápidos y furiosos” que creen que el único requisito para que una moto sea buena es su máximo desempeño, ignorando que existen muchos más parámetros para valorar una buena moto que la velocidad máxima o la aceleración.
Disco delantero lobulado de impecable frenado
Faro halógeno en la 125
Ya con esto claro les contaré que ambos motores son muy similares en su estructura, algo evidente a simple vista, cuentan con cajas de 5 marchas, refrigeración por aire, eje de levas montado en una culata de dos válvulas y alimentación por carburador; los dos cumplen la norma de emisiones Euro 3, el de la 125 generando 10,7 caballos a 8.500 rpm y un torque de 10 NM (Newton Metro) a 7.000 rpm, y en la 151 (que en realidad es de 149cc) vemos una potencia de 12,3 caballos a 8.000 rpm y 11,5 NM a 6.000 rpm. Para los que estén familiarizados con estos datos será evidente que no son los que más se destacan por sus cifras y es por ello que no podemos pretender que sean las más veloces, pero lo que se pierde por un lado supone ganancias en otros aspectos que para muchos podrán ser más importantes en el día a día, como lo pudimos sentir en toda la prueba.
Destapado y asfalto con las Nitro 125 y 151
Gran parte de la prueba transcurrió en caminos rurales de tierra, obviamente no es el terreno para el que fueron diseñadas, pero en Colombia cualquier moto de este estilo tiene que pasar la prueba del “enduro” criollo, dado que para muchos su día a día implica transitar por caminos en muy mal estado, llevando y trayendo sus productos y familiares hasta los pueblos cercanos. Lo cierto del caso es que ambas probaron ser unas guerreras cuando la ruta empieza a llamarse trocha, así fue como pudimos acceder fácilmente a lugares muy apartados, sorteando tramos realmente complicados. Lo mismo se les daba a nuestras compañeras si íbamos para arriba o para abajo en pronunciadas pendientes, vadeando riachuelos, charcos, zanjas, piedras o pantanos, en especial la 125 nos pareció una “cabrita” capaz de superar obstáculos que parecieran destinados a máquinas de otro nivel, pero el buen torque disponible desde bajas revoluciones, las primeras relaciones cortas de su caja, junto al bajo peso (128 kg) y una posición de manejo más natural y relajada que la de su hermana (de estilo más deportivo) le dan una ventaja fuera del asfalto. Aunque en ambas pudimos ver esa buena capacidad “todo terreno”, sintiendo que las suspensiones, sin ser las ideales, se lograban tragar la mayoría de obstáculos, siempre a una velocidad moderada, ofreciendo un nivel agradable de confort y notándose un buen ajuste. Por supuesto que el extra de cilindrada de la 151 le daba una ventaja en las cuestas más fuertes, pero la pequeña nos pareció mejor adaptada al terreno malo, su doble amortiguador trasero se sentía mejor en los baches, más suave y progresivo que el monoamortiguador de la mayor, además de la ya mencionada posición de manejo.
En la Nitro151 se puede decir lo mismo respecto a la suavidad general, buen sonido del motor y bajo nivel de vibraciones, destacando un mejor tacto del embrague y una caja más suave y precisa, también se siente el extra de cilindrada, con un motor más alegre al acelerar y al recuperar
Agilidad y estabilidad
En asfalto tampoco nos decepcionaron, con la 125 todo fluye de buena manera, es esa moto en la que uno se siente a gusto de inmediato, es más cómoda para manejar, suave en todo sentido, el tablero es mejor logrado (para mi gusto), más legible y estéticamente destaca con su alto contraste y colorido. Los espejos cumplen a cabalidad su función, el asiento sin ser el más agradable, dado que la espuma es durita, resulta mejor que el de su hermana, y el motor y la caja van muy bien, es de un andar relajado, con mínimas vibraciones, sonido agradable y un desempeño que le permite desenvolverse muy bien en todo tipo de situaciones, con o sin pasajero, mantener velocidades muy razonables si se quieren recorrer largas distancias y en curvas resulta muy divertida, con buena agilidad y estabilidad; pero lo mejor son sus frenos, el conjunto disco / tambor destaca por su eficiencia a la hora de parar la moto, el tacto de ambos es impecable y permite administrar la potencia con mucha precisión, logrando detener la moto en muy poco espacio con bastante seguridad, pero esta fortaleza revela una debilidad en las ruedas, cuyo caucho no está al nivel cuando de frenar rápido se trata y por ello la sugerencia es tener bastante precaución, ya que las llantas, cuya marca es desconocida para nosotros, nos dieron en varias oportunidades señales de que su agarre no es el esperado cuando se someten a situaciones límite y una de ellas es al momento de frenar fuerte, donde experimentamos sucesivos bloqueos en ambas ruedas sobre diferentes tipos de asfalto seco, sensación que percibimos en ambos modelos y que no es normal. Al inclinar en asfalto seco nunca sentimos pérdida de agarre, aunque por instinto y ante la experiencia de las pruebas de frenado evitamos buscarles su límite y en mojado desafortunadamente no hubo chance de experimentar, ya que la lluvia no apareció nunca en la semana que las tuvimos, pero no sobra repetir que recomendamos tener cautela con ellas.
En la 151 se puede decir lo mismo respecto a la suavidad general, buen sonido del motor y bajo nivel de vibraciones, destacando un mejor tacto del embrague y una caja más suave y precisa, también se siente el extra de cilindrada, con un motor más alegre al acelerar y al recuperar, lo cual se percibe en tramos de montaña. Los frenos también destacan de inmediato y la estabilidad que nos va a regalar buenos momentos en las curvas, donde la postura más deportiva permite inclinar con mayor decisión sin sentir tan rápido el asfalto en los pies, pero su asiento peca por un diseño que no da margen a desplazarse hacia atrás y una espuma cuya dureza se empieza a sentir pronto.
Para destacar podemos mencionar la completa iluminación LED de la 151, cuyo faro no pasará desapercibido (en la 125 es halógeno), siendo un punto importante a su favor, aunque nos quedamos con las ganas de probarlo como tenía que ser, debido a las restricciones de movilidad y horario que se vivían al momento de la prueba, pero vimos que su luz ofrece buena potencia y alcance; también nos gustó su tablero digital que viene muy completo y con la posibilidad de cambiar el tono de la luz de fondo en varios colores; podemos destacar que en ambas motos las luces permanecen encendidas siempre, aspecto que ayuda a la seguridad, igualmente ambas ofrecen buena autonomía, pudiendo rodar más de 350km con el tanque y sus consumos son muy bajos, estando entre 125 y 145 km por galón durante la prueba, siendo llamativo que la 151 no gasta más que su hermana.
Nitro 151
En la 125 nos parece un acierto que disponga de “crank” como complemento al arranque eléctrico, detalle que no tiene la mayor, ambos asientos se pueden retirar fácilmente usando la llave y en la 150 encontraremos una gaveta con tapa donde hay espacio para la herramienta, documentos y algo más, adicionalmente tiene un seguro para casco en la misma cerradura del asiento.
En un mercado donde las opciones abundan dentro de este segmento y en el que la competencia es muy reñida, tanto en características como en precio, las Nitro no lo van a tener fácil, pero vemos que cuentan con argumentos muy válidos para seducir clientes, ya sea por diseño, por equipamiento o por el respaldo que da una ensambladora como Auteco Mobility, factor que pesa a su favor, en cualquier caso, después de rodar en ambas podemos decir que sin entrar en la pelea por ser las más veloces, tampoco les faltan puntos a favor para ganarse el corazón de sus dueños. DM
Nitro 125 y 151 La nueva apuesta de Auteco Mobility
La Nitro 151 tiene tablero digital
El freno de disco tiene un desempeño excelente