Desde hace algún tiempo las carreras callejeras, sin importar dónde, han perdido espacio en La Revista De Motos. Accidentes, imprudencias y fatalidades son el común denominador en muchas de ellas. Hace poco se registraron dos fallecimientos en carreras de este estilo en el «primer mundo», donde las medidas de seguridad abundan. Hoy luego de meditar un poco sobre el tema, hemos decidido escribir sobre la muerte en las calles de Ibagué.
Impopular pero real
Cuando vemos una carrera como la que es mítica en la Isla de Man, en la Northwest o Macao, vemos toda una serie de medidas para controlar el paso de peatones, medidas para socorrer a los heridos, medios de transporte idóneos para trasladar a los más graves, en caso de ser necesario. En Colombia, las cosas son muy diferentes. Comenzando por la falta de respeto de los asistentes a esto eventos deportivos, la falta de control en los peatones por las zonas de pista, y lo más grave, la falta de medidas de protección a quienes corren en estos circuitos improvisados.
Muerte en las calles de Ibagué
Lamentablemente la falta de espacios para este deporte llevan a las Ligas a organizar estas competencias en las calles, no lo hacen con mala voluntad, pues nadie quiere ver un muerto en un evento, pero son de tal magnitud que se les salen de las manos. No hay control de los espectadores, no hay control de los participantes y eso es una mezcla que como vimos este fin de semana festivo, termina en fatalidad.
En los videos que circulan en redes y en los noticieros nacionales, se evidencia algo que es usual en las carreras de motos. Un piloto pierde el control de su moto y la física nos enseña que la velocidad hace que ambos vuelen por el aire y es así como la moto cruza de un carril a otro, invadiendo el espacio de pista donde los otros corredores no tienen idea de lo que viene por el aire. Ahí vemos un casco que vuela y llega a la zona «segura» y es es el momento en que se produce la muerte en las calles de Ibagué.
Este deportista encontró la muerte en las calles. 30 pilotos en esta categoría eran muchos para las condiciones de la pista, es un punto que sería bueno tener en consideración para eventos futuros, aún cuando lo mejor sería hacerlos en los espacios adecuados.
En el segundo video la imagen es impresionante, se ve como los pilotos salen de la curva y comienzan a acelerar para encarar la recta. Cuando quien hace el video gira para seguir la trazada de las motos, se ve un peatón que viene cruzando «como Pedro por su casa» la zona de pista, con tan mala suerte que uno de los motociclistas lo embiste y ambos quedan tendidos en la que sería la zona de carreras. La gente invade el espacio para controlar la escena, no hay una sola bandera amarilla, ni roja, nadie de pueda hacer entender a quienes aún van en carrera que la pista se ha convertido en un lugar de riesgo para los caídos, para los socorristas espontáneos y para ellos.
La Liga
Tras los eventos, La Liga de Motociclismo del Tolima se pronunció. En su comunicado dicen:
El evento contaba con todos los requisitos técnicos y deportivos y se dio cumplimiento a lo exigido y establecido por los organismos de seguridad de la ciudad de Ibagué.
Además dice:
En el desarrollo de lo técnico y lo deportivo se cumplieron con todos los requisitos establecidos para el desarrollo de este tipo de certámenes deportivos; sin embargo, el deportista sufrió un accidente que se puede presentar en cualquier tipo de escenario al ser este un deporte de alto riesgo.
Finalmente la Liga, culpa a la falta de cultura ciudadana. Se supone que son situaciones que en Colombia van a pasar, si o si en cada válida callejera se ven estos comportamientos, lo que no exime a los organizadores de su responsabilidad.
Además dice el comunicado que los participantes en los eventos asumen los riesgos que implica correr y competir, pero los asistentes también los asumen? Lógicamente no hablamos del peatón que cruza de lado a lado por la supuesta pista, nos referimos a los que por algún motivo pueden llegar a ser impactados por partes de una moto voladora, en caso tal.
El otro tiene la culpa
Estamos familiarizados con la respuesta de muchos, que en caso de este tipo de situaciones simplemente culpan a otro. Es usual victimizarse y no asumir responsabilidades. La culpa fue del peatón, la culpa es del piloto que no abrochó su casco (como vimos en la caída fatal), la culpa es del organismo de socorro, la culpa es de… Pero sería bueno preguntarnos si una grilla de partida, con 30 pilotos en calles estrechas no es responsabilidad de los organizadores deportivos.
Poner a correr 30 motos en una categoría tan reñida es un riesgo enorme para todos, pilotos, espectadores y personal de la organización. Pero seguramente el espectáculo es mejor si hay 30 en lugar de dos de 15.
El balance
Luego de esta situación que, tristemente, no es la primera ni será la última. El parte médico es el siguiente:
3 pacientes, uno de ellos está en la Unidad de Cuidados Intensivos, con pronóstico de «regulares condiciones generales». El otro paciente tiene trauma en columna y finalmente uno con clavícula rota. Pero el que llevó la peor parte fue el motociclista que perdió la vida, Gabriel Steven Díaz, de quien se dice que no tenía el casco abrochado y accesorio que voló al impactar contra el peatón.
En las entrevistas posteriores, que han realizado algunos medios, los participantes dicen que las medidas de seguridad no eran las adecuadas, que los organismos de seguridad no estaban prestos a colaborar con imponer el orden.