Aunque a primera vista se parezcan bastante, la AKT TT 200 DS y TT 250, cada una tiene un carácter muy definido. Precisamente por ello pedimos tenerlas juntas por una semana, para conocerlas a fondo y nuevamente disfrutar la hermosa sensación de la libertad, que tanta falta nos hacía.
Para esto último organizamos un itinerario bastante “carnudo”, con muchos kilómetros de asfalto, y para hacer justicia a su nombre (TT, que se deriva de las palabras “todo terreno”) también incluimos bastantes caminos de tierra.
Teníamos hambre de paisajes y carretera, queríamos rodar de sol a sol, buscando rutas por las que muy pocos transitan; era necesaria una buena dosis de aislamiento placentero en dos ruedas para olvidar los meses pasados, en los que nuestras motos debían creer que las abandonamos mientras recogían polvo en el garaje.
Con el majestuoso páramo de Sonsón como telón de fondo, la nueva 200 y la renovada 250 nos dejan ver sus diseños, que a nuestro gusto no están nada mal.
En las noches preparamos los fiambres, que al día siguiente esperábamos disfrutar en algún bello paisaje junto al camino, mapa en mano nos sentábamos a definir los detalles de la ruta para después ir a la cama temprano, ansiosos de que amaneciera pronto para salir a rodar y sumar kilómetros junto con recuerdos, y así cada día mientras las tuvimos en nuestro poder.
TT 250, buenos recuerdos
Todo el cuento arrancó en la ensambladora de AKT, donde recogimos las protagonistas de esta historia; la renovada TT 250 Adventour, que hasta ese momento solo habíamos visto en fotos, en vivo parecía mucho más una moto de gama alta gracias a su llamativo faro LED de última generación, responsable de darle una nueva cara que, indiscutiblemente, se parece mucho a la de ciertas creaciones europeas que en la calle pone a dudar a más de uno. Y su hermana menor, la recién lanzada TT 200 DS. Una moto doble propósito de corte viajero, muy bien equipada, desarrollada sobre la base de su otra hermana, la muy conocida TT 200 que destaca por su confiabilidad y versatilidad para moverse en todo tipo de carreteras y entornos.
Ellas son la AKT TT 200 DS y TT 250 Adventour
La 250 la conocimos bastante bien en su primera versión, cuando fue presentada años atrás, con ella rodamos casi 9.000km en el oeste de Estados Unidos y luego nos dimos una vuelta larga en nuestro país, llevándola hasta las playas del Caribe y subiendo a más de 4.000 metros en el Parque los Nevados (dos pruebas que podrán encontrar junto a esta historia en demotos.com.co).
Para nosotros fueron experiencias bastante positivas, donde las motos se portaron a la altura, pero luego, algunos de los primeros clientes empezaron a tener fallas de carburación y en el sistema de refrigeración en alta montaña, dos temas que prendieron las alarmas en AKT y que los pusieron a trabajar fuertemente para descubrir dónde estaban las causas, pues en sus ensayos previos al lanzamiento nunca notaron tales inconvenientes.
Es importante decir que en AKT se tomaron más de dos años rodando varias unidades de prueba en nuestro país, allí fueron sometidas al uso y el abuso antes de tomar la decisión de ensamblarlas y comercializarlas, tal como hacen con cada modelo que piensan sacar al mercado. Luego de ello, en la versión final que llegó para la primera serie de ensamblaje, el proveedor hizo unos cambios en el motor y en el carburador sin consultar con los responsables del tema en Colombia desencadenando esas fallas puntuales que aun cuando mancharon la imagen de la moto, AKT logró resolver tan pronto como descubrió las causas, ofreciendo a sus clientes la debida garantía.
Esta amarga experiencia sirvió para que la marca aprendiera bastante, tomándose su tiempo para volver a lanzar una versión renovada de su TT Adventour, que ahora cuenta con novedades muy interesantes, como lo son la incorporación de un sistema de alimentación mediante inyección electrónica, y unos frenos equipados con antibloqueo ABS en ambas ruedas, dos detalles que suponen un salto evolutivo muy grande; a estas novedades cabe agregar la presencia de un parabrisas mucho más grande, deflectores de viento que se sitúan sobre el llamativo faro LED y un guardabarros interior fijado al basculante de la suspensión trasera que será muy agradecido en días de lluvia.
En los terrenos más difíciles la DS va como pez en el agua, pero la 250, sin estar tan bien preparada, logra defenderse
Dejando atrás la ciudad
Para ser sincero, de la ciudad solo nos interesaba salir; hicimos una travesía larga por Medellín únicamente para sentir las motos. Sabemos que muchos las utilizarán como su transporte de todos los días entre el tráfico y bastaron unos 10 kilómetros en hora pico para obtener las respuestas que buscábamos antes de apuntar a la carretera. La 200 es perfecta en este mundo de caos, congestión y afán; suave, silenciosa, liviana, ágil y cómoda para dos, poco calienta su monocilíndrico, no vibra, pasa por arriba de cualquier resalto, se traga los baches y la potencia está ahí lista para darnos la ventaja cuando la necesitemos. No es un demonio acelerando, pero su bajo peso (120 kg. Aprox.), sumado a sus 16 caballos y medio y los 15,5 newton metro de torque le bastan para defenderse sin problemas en el entorno urbano; hay buen empuje y recuperación sin necesidad de estar acosando la caja de 6 marchas todo el tiempo. Solo sentimos una dificultad y fue encontrar la neutra, que siempre nos dio trabajo al detenernos por completo.
Del otro lado la 250 rápidamente nos insinuó que nos fuéramos a buscar caminos abiertos donde su motor pudiera subir de revoluciones y moverse con más soltura, su propulsor no es de los que van a gusto cuando se debe rodar al paso de tortuga que impera en cualquier ciudad actual. El monocilíndrico refrigerado por líquido nos deja claro desde el comienzo que fue hecho para ir a buenas revoluciones, por ello, después de unos minutos rodando despacio nos deja sentir su temperatura en las piernas al prenderse los ventiladores que van acoplados a sus dos radiadores, además hay un golpeteo de la cadena contra el deslizador del basculante, que solo desaparece a partir de 3,500 a 4 mil revoluciones, que es cuando el propulsor empieza a funcionar “redondito”. Entonces en medio de las congestiones hay dos opciones: acostumbrarse a que la moto no se sienta tan suave o mantener el motor más acelerado de lo necesario, usando mucho la primera marcha. Tampoco se puede negar que ella es ágil para fluir en el caos y cuando las circunstancias lo permiten, sale disparada, porque acelerar si sabe; con sus 25 caballos y medio da gusto abrir el acelerador y ver cómo sube la aguja del tacómetro apuntando a la línea roja, al mismo tiempo que lo hace la velocidad en su tablero digital.
Cuando se trata de salir a «puebliar» ambas son unas excelentes compañeras.
Una de nuestras rutas favorita fue ideal para la prueba de las AKT TT 200 DS y TT 250 Adventour
Curvas, asfalto y montaña
Fue cuestión de pisar carretera abierta para que la Adventour tomara la batuta. Curvas, asfalto y montaña son el terreno natural de la 250, algo que recordábamos perfectamente de la primera versión y que afortunadamente se mantiene. Un chasis de buena estructura junto a unas suspensiones firmes, de corto recorrido y ajustables, en algunos parámetros, hacen buen equipo con un motor que pide acelerador. Esto se traduce en que lo vamos a pasar muy bien trazando curvas a diestra y siniestra, jugando con su muy suave caja de seis marchas, precisa y adecuada para llevar el motor siempre en su zona “caliente” que arranca en 6.000 rpm y termina en la zona roja, por arriba de 9.000 revoluciones. Ahí la diversión estará garantizada y con el empuje que muestra el monocilíndrico arriba, compensa, en cierta medida, su andar algo tosco a pocas vueltas. Otro tema importante a tratar es el del sonido, ya en la primera versión nos había parecido que era alto, por arriba del promedio y que podía tornarse molesto para algunos, aspecto que se aminora un poco con un nuevo escape, pero no tanto como nos hubiera gustado al rodar por largos períodos de tiempo.
Existen muchas formas de moverse, pero si uno busca versatilidad, comodidad, diversión y estilo la nueva DS los tiene.
En la 200 tampoco es que nos aburriéramos cuando pisamos carretera, al contrario nos gustó mucho lo bien que se mueve en las curvas; el rin delantero de 19 pulgadas la hace muy rápida de dirección, con la mínima insinuación va hacia donde uno desea, además es muy precisa al trazar la curva a pesar de tener unas suspensiones que, a simple vista son bastante sencillas pero en la práctica se sienten muy bien; suaves en el primer tramo de su recorrido, dándole un andar bastante confortante pero cuando se les exige, aprovechan el excelente agarre de sus Metzeler, se sienten firmes dando confianza para explorar los límites, tanto propios como los de la moto, y en esas circunstancias se disfruta bastante sobre ella; sin embargo, hay que cuidarse del disco trasero, ya que es propenso a bloquearse muy fácil, siendo causa de sustos para algunos o de diversión para los que gustan del derrape, en cualquier caso, se debe afinar el tacto con este freno cuando hay que detenerse en poco espacio, al contrario del disco delantero que brinda mucha confianza y permite exprimir su poder al máximo, sacándole el jugo también al buen agarre de las ruedas.
El motor de la 200 es bastante sencillo, una mecánica ante todo confiable y ya muy probada en nuestro medio, sin ser de una potencia sobresaliente mueve muy bien la moto y sus ocupantes, pero cuando vayamos con el pasajero notaremos que se resiente la aceleración, especialmente en montaña y más cuando estamos adelantando, pero si vamos solos podremos mantener muy buenos promedios trepando, con velocidades que rondan los 80km/h en ascenso y los 110km/h en plano. Con esto se pueden cubrir grandes distancias en el día y pensar en viajes largos sin pasar angustias, disfrutando cada kilómetro, cada paisaje y cada camino que se nos cruce por delante, incluso los más difíciles son fáciles en ella si tenemos un poco de experiencia.
Nada mejor que poder disfrutar de la libertad sobre dos ruedas y con este par de compañeras, la tarea se hace bastante divertida.
De la 250 nos gustó mucho su buena protección aerodinámica gracias al nuevo parabrisas ajustable y a los deflectores frontales que lo acompañan, estos se encargan con mucha eficiencia de que el viento no nos golpee, lo cual ayuda a viajar más descansados. También es evidente la suavidad que proporciona la inyección electrónica al motor en comparación con el carburador en cada aceleración; aun así, se nota una merma en el rendimiento final, ya que la versión carburada no cumplía con la norma Euro 3 de emisiones y por ende se le podía exprimir más al monocilíndrico, aunque implicara un gasto mayor de combustible. En el modelo actual se movió entre 90 y 100 km por galón durante toda la prueba, usando tanto extra como corriente. Hablando de velocidades, subiendo pueden alcanzar los 100km por hora sin dificultad y en plano hasta 135km llegamos a ver en su tablero digital que, a propósito, poco cambia en esta versión, solo se suman dos tomas para conectar accesorios (12v y USB) y los indicadores de la inyección y el ABS. Por lo demás, el diseño es el ya conocido, con la misma falencia del anterior en la intensidad de los testigos luminosos que son poco visibles a la luz del día.
ABS
Lógicamente la curiosidad de sentir los ABS era demasiada, ya que, siendo la primera moto de AKT en equipar este sistema, la duda de cómo sería su funcionamiento nos asaltaba. En motos de gama alta esto ya es prácticamente una constante, pero en motos de menor valor y cilindraje aún es bastante escaso y poco conocido en nuestro medio, de hecho, muchas personas todavía ignoran para qué sirve y lo que es peor aún, muchos que lo tienen no saben cómo usarlo.
La frenada en una moto es la parte más difícil de todas y la más importante, pues de ello puede depender nuestra vida. Y como es un aspecto al que la mayoría nunca le da importancia ni se esmera en perfeccionarlo, el ABS viene a convertirse en el “Ángel de la Guarda” de nuestras frenadas, es a quien confiamos ciegamente el poder de administrar los frenos para sacar lo máximo de ellos y detener la moto con seguridad en el menor espacio cuando nuestra integridad está en juego. Sin él seguramente nos vamos a demorar mucho más tiempo en parar, o lo que es peor, nos podemos caer al bloquear las ruedas por excedernos en la presión y unas ruedas bloqueadas ya no tienen control. Entonces con el ABS podemos simplemente aplicar la máxima presión en cada freno y el sistema la regula, detectando si la rueda se bloquea y liberando presión en fracciones de segundo de manera autónoma y sin que tengamos que hacer nada, para luego volver a aplicar la presión y repetir el proceso las veces que sea necesario, de manera que, la frenada se ejecute con toda seguridad y en la menor distancia posible que permita la adherencia al suelo. En otras palabras, debemos simplemente tener plena confianza en el sistema, poner la moto recta y agarrar los frenos a lo bruto sin soltarlos hasta que paremos. Eso obviamente en situaciones de emergencia.
Las primeras frenadas a tope las hicimos en asfalto seco y el sistema entró en acción únicamente en la rueda trasera manteniendo la moto derecha, adelante había tan buen agarre que la rueda nunca intentó bloquearse y eso nos gustó, ya que un ABS bien calibrado no debe interferir cuando no se necesita. Luego hicimos las pruebas en asfalto húmedo, donde hay que tener plena confianza en el sistema para aplicar los frenos a tope y en esas condiciones la moto se detuvo con mucha seguridad, siendo evidente, tanto en el pie derecho como en la mano, que el sistema tuvo que liberar presión varias veces en ambas ruedas antes de detener la moto por completo, ya que es perceptible una vibración que llega hasta el pedal y la leva de freno, indicando que el ABS está actuando. En tierra y en pisos con arena también obtuvimos buenos resultados, el principal, que la moto se detuvo sin perder la estabilidad en poco espacio comparado con lo que nos hubiéramos tardado sin la asistencia del ABS. De hecho un par de veces lo tuvimos que usar cuando se nos cruzaron dos perros en momentos diferentes y fue el factor que inclinó la balanza a nuestro favor, y a favor de los perros que solo se llevaron un susto; de eso se trata el ABS, de que podamos saldar un momento de alto riesgo con un poco de susto pero intactos; en ese aspecto la nueva 250 se lleva muy buenos puntos a su favor, al igual que AKT quien hizo la apuesta a incorporar esta tecnología salvavidas, pues aunque esto signifique un mayor costo final, es como dicen por ahí, la seguridad no tiene precio. En contraste, con la 200 también tuvimos varios encuentros cercanos con algunos perros “kamikaze” y solo diré que salimos intactos por suerte, buenos reflejos y experiencia, pero no podemos negar que todo se vio mucho más espectacular con la moto cruzada en tremendos derrapes.
Como reza el adagio popular, todos los dedos de la mano son diferentes. Es es lo que le sucede a este par de hermanas. Cada una tiene un carácter muy bien definido
Adiós al asfalto
Como siempre sucede, lo mejor de las rutas que hicimos llegó cuando el asfalto se terminaba. En Colombia somos privilegiados los que disfrutamos adentrándonos por caminos rurales de tierra que se pierden en medio de verdes paisajes, con bosques nativos que se resisten a desaparecer, con riachuelos cristalinos que bajan formando cascadas desde empinadas montañas, territorios habitados por gente sencilla en su mayoría, que viven sin afanes efímeros y que normalmente devuelven el saludo con una sonrisa sincera, de eso, nuestro país tiene demasiado. Un paraíso que no valoramos ni cuidamos como debiéramos. Por eso, una verdadera moto doble propósito que sea cómoda, segura, fácil de llevar y divertida resulta una inmejorable compañera de aventuras en esos caminos. Precisamente ahí la DS mostró ser una maravilla, siendo tan liviana, no muy alta de silla, pero sí de “barriga”, con un asiento bastante amplio y suficientemente confortable para rodar por horas sin sentirlo, incluso con compañía. Suave de suspensiones, muy bien protegida en caso de caídas, con buena parrilla para amarrar lo esencial y bien equipada en cuanto a ruedas.
El viaje con la AKT TT 200 DS y TT 250 Adventour fue muy divertido
La Adventour es otro cuento en destapado, por su posición de manejo y altura libre al suelo clasifica entre las motos que se defienden, pero no entre las que se destacan, como es el caso de su hermana. En la 250 también es posible rodar por caminos sin asfalto, pero se hace notorio que no fue diseñada para este mundo, lo suyo es el asfalto y las suspensiones duras y cortas nos lo recuerdan rápidamente cuando el camino empieza a ponerse más difícil. Mientras en la 200 uno va acelerando y buscando la mejor línea parado en los paspiés, aprovechando cada oportunidad para dar pequeños saltos o levantar la rueda delantera, en la 250 el terreno malo se toma con calma, ella puede llegar también, pero a otro ritmo, tranquilo, relajado, no de buscar adrenalina ni de ir enfocado en la trazada, sino de ir viendo el paisaje con cierto sufrimiento en los riñones. También con algunos sonidos de sus plásticos, que evidentemente sufren con este terreno, algo que en la 200 no sentimos en ningún momento, ni siquiera después de muchos kilómetros de llevarla a ritmo fuerte en caminos bastante malos, de zanjas, piedra suelta, donde nos quedó más que probado su buen ajuste.
Una buena parada en el camino para recuperar energía. Mientras tanto las AKT TT 200 DS y TT 250 Adventour posaron para la foto
Varias veces las jornadas se nos extendieron hasta bien entrada la noche, en el camino resultaron nuevos desvíos, rutas no planeadas, más las paradas para hacer fotos, conversar o comer algo del fiambre que llevábamos, se iba yendo el tiempo sin darnos cuenta.
Ver y ser vistos
En una de esas rodadas nocturnas -regresando de Nariño, Antioquia- luego de un día de cielos azules y sol implacable, una inmensa nube fue creciendo por atrás de las montañas que íbamos surcando, con los últimos rayos de sol la nube parecía una torre de varios kilómetros de altura y, cuando menos pensamos, se convirtió en una cortina de agua que no había manera de evadir. Escasamente logramos ponernos los impermeables con el agua escurriendo por el cuello y al retomar ya estaba oscuro; ese fue el mejor momento para descubrir la excelente luz que proyecta el faro LED de la 250, especialmente usando las luces plenas. La 200 con su bombillo halógeno de 35w poco podía ofrecer en ese entorno negro, mojado y sin ningún tipo de señalización; la potencia de sus luces da para defenderse en condiciones menos adversas, caso opuesto al de la Adventour, que permite rodar con mucha seguridad en la noche inclusive en las peores condiciones; sin embargo, las bajas tienen el pecado de que en las curvas dejan muchas zonas ciegas cuando inclinamos la moto.
Ni las trochas fueron un obstáculo para las AKT TT 200 DS y TT 250 Adventour
Sacar las conclusiones es bastante fácil, la nueva TT 200 DS es una versátil multipropósito en todo el sentido de la palabra, nos va a dar muy buenos momentos en todos los terrenos y entornos, con muchos aspectos a favor: un diseño muy llamativo, muy bien equipada, salvo por el tablero que se queda un poco corto en información; con una mecánica muy probada que, sin ser la más potente, nunca decepciona; por el contrario, es más lo que llega a sorprendernos, sobre todo en los caminos más difíciles.
La Adventour 250 es otro cuento, lo suyo es la carretera, las curvas, el asfalto bueno y los viajes con largas jornadas en ruta, en las cuales lo único que no nos gustó fue su asiento que tiene el tamaño para ser muy cómodo en ambos puestos, pero la forma y la densidad de la espuma no son las mejores para una viajera como ella. El día a día de una ciudad con tráfico lento no le agrada tanto a un motor que fue hecho para pedir acelerador y si nuestro destino implica rodar fuera del asfalto seguro que vamos a llegar bien y sin ir raspando el protector de motor, pero nunca al ritmo de diversión que ofrece la DS, porque al final podrán ser hermanas, pero cada una tiene lo suyo.
Estos son nuestros puntos de vista más relevantes sobre la AKT TT 200 DS y TT 250 Adventour
Comentarios TT 200 DS
- Excelentes detalles a su favor: sus rines de aluminio, cubre manos de muy buen diseño y resistencia, barras protectoras, cubre cárter, toma USB en el tablero, manubrio con “puff”, protectores de las mordazas de freno, parrilla de buena resistencia, luz de cola y direccionales LED.
- El promedio de consumo fue de 105km/g, eso da una autonomía que puede superar los 300km.
- Los espejos funcionan muy bien.
- Un aspecto incómodo es que al tanquearla nos tenemos que quedar con la tapa en la mano o buscar dónde dejarla, ya que no cuenta con sistema de bisagra.
- Hay que tener cuidado con el protector de la salida del escape, ya que se calienta bastante.
- Los indicadores luminosos del tablero son muy tenues y difíciles de ver en el día.
Comentarios TT 250 Adventour
- Destacable su buen equipamiento que incluye barras protectoras, cubre cárter, buena parrilla, luces estacionarias, protectores de las mordazas de freno, direccionales y stop de LED. Solo extrañamos los cubre manos y un gato central que ayuda mucho en viaje.
- Un aspecto favorable que notamos es que el flujo de aire en los radiadores mejora gracias a unos nuevos protectores de los mismos que no lo restringen como en la primera versión.
- Supera sin problemas los 300km gracias a su tanque de 3,9 galones.
- Nos encantaría que ofrecieran más opciones de color para elegir que solo blanco y negro, pues con tonos vivos debe verse muy llamativa.
- Muchas personas no van a encontrar una limitante en su altura de asiento y tampoco en su peso que no es elevado.
8 comentarios
Muy buena publicación y excelente el trabajo de la revista. saludos desde Pasto
Gracias
Es una moto muy pero muy bonita para mis gustos, me parece muy completa por ese precio, lo malo es que me da miedo comprarla, solo de escuchar todo lo que dicen de esta moto.
La marca ha evolucionado mucho y en efecto al inicio tenían inconvenientes, pero ahora son unas motos muy interesantes, lo que pasa es que hay personajes que creen que la moto es para hacer enduro o una off road al 100%, y de eso no se trata.
Ayer compré una Adventour 2022 y desde el primer día he sentido que se caliente muchísimo al punto que el pasajero quita el pie derecho porque siente q se está quemando! Esto en el trayecto del concesionario a mi casa.
Está defectuosa la moto? Hasta qué punto eso es normal. Para una moto de ese precio ese problema no debería existir. No les parece?
Tengo una ds 200, hasta ahora ha salido muy buena. En condiciones ideales de visibilidad y espacio en pavimento, he podido sacar máximo 117 km/h. El consumo ha sido aprox 120km/ galón. No me gustan los indicadores del tablero, me gustaría saber si alguien ya le ha cambiado el tablero por uno que tenga indicador de gasolina y reloj. Cual me pueden recomendar que le quede preciso para poder cambiarlo. Gracias
La verdad no sabemos si han hecho esos cambios, es mejor consultar con la marca, para evitar hacer daños
Muy buen Review, muchas gracias Juan Carlos. Todo lo que dice es lo que he visto en otras partes. Muy interesante el análisis off road y el comportamiento en ciudad. Me convenció de que será mi.moto.