Hace poco tuvimos la oportunidad de probar la DT 125 Special presentada por Yamaha días atras con una nueva gama de colores y gráficos. Queremos agradecer al concesionario Aburra Motos por habernos facilitado la moto que acompaña este artículo, en la cual disfrutamos de todo un fin de semana recorriendo el suroeste Antioqueño en una prueba por todo tipo de terrenos y climas, acompañados por un hermoso paisaje y un clima inmejorable para disfrutar haciendo kilómetros en “nuestras” máquinas.
Mirando detenidamente esta moto podemos resaltar el óptimo terminado de todos sus componentes, los cuales en un gran porcentaje provienen de la industria local, esto gracias al trabajo que Yamaha ha venido realizando en conjunto con empresas nacionales, las cuales se encargan de entregar piezas y componentes de primer nivel, para ser integrados con el material importado en el proceso de ensamble.
La DT es una moto que genera adicción, su carácter deportivo y un motor muy alegre en alta, unido a una caja que exige el uso constante del pie izquierdo y a un chasis muy dócil son sus mejores argumentos.
En cuanto a instrumentación la DT cuenta con un tablero completo, que a pesar de no haber sufrido ningún cambio sigue siendo muy práctico y agradable a la vista. De los comandos podemos decir que son funciona les, pero atrasados estéticamente, pues la DT salvo la adición de algunos elementos y el cambio continuo de colores y gráficos, ha permanecido invariable en su aspecto técnico desde su primera versión, es por esto que ya acusa algo de cansancio en sus formas y en algunas de sus soluciones técnicas, entre las cuales podemos mencionar los tacos del parrillero, que van sujetos a la tijera y no al chasis como es costumbre actualmente, transmitiendo a las piernas del acompañante todas las irregularidades del camino; otro aspecto a mejorar sería su sistema eléctrico que aún funciona a 6 voltios, por lo cual su iluminación es muy pobre, siendo lo ideal que contara con un sistema a 12 voltios y bombillo halógeno, ya que en el tránsito nocturno por carretera su luz no permite aprovechar la moto con absoluta seguridad. Además de esto sería bueno que la tapa del tanque de gasolina tuviera un cierre con llave para mayor tranquilidad al dejar la moto sola.
Tablero completo, es muy agradable encontrar la presencia de un tacómetro, sobretodo cuando se tiene un motor que gusta andar alto de vueltas, de esta forma es más fácil no pasarse a la zona roja.
Comportamiento en ruta
Basta con subirse para notar que en ella todo está ubicado de forma adecuada, los brazos se mantienen relajados al igual que las piernas, el asiento es duro y no pierde su forma, factor importante en trayectos largos, la posición sobre ella permite tener un control de la moto digno de una máquina de cross, lo cual unido a un peso mínimo y a un motor muy brioso hacen de la conducción de esta moto un verdadero deleite que reproduce la sensación de manejar un vehículo deportivo por lo exigente y activo que es su manejo, con una caja de cambios muy cercanos que se engranan con facilidad y que lo sumergen a uno de lleno en la conducción, convirtiéndola en un entretenido juego de sonidos de motor y acciones rápidas para mantener en todo momento el rendimiento en su punto óptimo, pues no es secreto que a este propulsor le gusta andar alto de vueltas y es precisamente por encima de 6000 RPM donde muestra un entusiasmo que lo lleva rápidamente hasta la zona roja del contador, con un desempeño de chasis y suspensiones que armonizan perfectamente con el carácter del motor y que hacen de las carreteras viradas con trazados muy sinuosos el lugar más divertido para exprimirle el jugo a la máquina, lástima que en esta armonía los frenos sean el único aspecto que desentone, pues sus tambores no ofrecen una tenida a la altura del conjunto y su comportamiento en frenadas al límite puede calificarse como pobre. Por esto creemos que es hora de pensar en colocar al menos un disco en el tren delantero, nos parece que la máquina lo merece y lo necesita, por lo demás la DT es una moto que responde muy bien en todo momento y se desenvuelve muy bien en toda clase de terrenos y climas con una o con dos personas, ofreciendo muy buenos promedios y gran economía en los consumos de aceite y gasolina.
Los frenos son su punto débil, la DT cuenta con unos tambores que apenas logran cumplir su función, este sería sin temor a equivocarnos uno de los aspectos a mejorar, además influye directamente en la seguridad.
La versión Special que probamos se diferencia de la normal en que viene equipada con una serie de piezas en aluminio de impecable presentación entre las cuales nos agrado mucho la placa protectora del motor, el guardacadena y la pieza que sujeta el manubrio, que unidos a los demás elementos le imprimen un carácter deportivo y renovado a la moto. Sólo los tacos del acompañante también en aluminio nos parecieron algo cortos e inclinados, aspecto que fácilmente puede corregirse.
El motor es uno de sus principales argumentos, pues conjuga un buen par a pocas vueltas y la alegría de un motor que empuja con ánimos hasta el final del tacómetro, esto la hace una moto muy versátil y divertida de manejar.
Cabe destacar también la parrilla porta paquetes, las direccionales de mejor presentación y el seguro para a casco, muy útil actualmente, también los retrovisores que sin ser voluminosos ofrecen una correcta visual y no afectan a la estética, además el funcionamiento preciso de la caja y la seguridad de la moto al estar apoyada en el gato. Junto a esto hay que destacar lo fácil que se accede a la herramienta y a la batería, lo mismo que a la caja del filtro de aire, lo cual se agradece a la hora de efectuar el mantenimiento de rutina.
El sistema Monocross cumple a cabalidad con su función, mostrándose muy efectivo y confiable en conducción al límite, incluso con pasajero a bordo, todo esto sin llegar a ser rígido en carreteras destapadas o en mal estado.
Resumiendo podemos decir que la DT es una moto que despierta emociones al conducir, con un motor que la mantiene a la altura de sus rivales, incluso por encima de muchas, sólo basta con subirse en ella y recorrer unos kilómetros para entender por qué Yamaha la ha mantenido tanto tiempo, prácticamente invariable desde su lanzamiento a mediados de los 80’s, pues ofrece una solución a las más variadas necesidades y tipos de usuarios, satisfaciendo desde el uso deportivo hasta el transporte básico en cualquier tipo de terreno rural o urbano. Por eso precisamente nos parece que es hora de que Yamaha piense en actualizar una plataforma que aún no ha perdido su vigencia, Pues sería bueno llegar al 2000 con una DT renovada en su aspecto estético y fortalecida en sus debilidades, con lo cual seguramente Yamaha tendría moto para seguir dando de que hablar por mucho tiempo.
A pesar de sus años la DT es una moto que se defiende bien en su segmento, aunque sus formas y algunas de sus soluciones van quedando cada vez más atrasadas.
Creemos que ya va siendo hora de que Yamaha piense en actualizar un modelo que merece estar a tono con la época.
EL PROPULSOR
Es un monocilindrico dos tiempos refrigerado por aire y con 7 lumbreras de admisión, esta máquina es de diseño compacto y muy liviana, con una caja de 6 velocidades de funcionamiento preciso y con unas relaciones muy cercanas que ofrecen aceleración constante. De la admisión se encarga un carburador mikuni de 24mm. La lubricación está a cargo de una bomba de accionamiento mecánico y el encendido es mediante CDI.
Texto y Fotos: Juan C. Posada
Edición 3
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