Nariño recibió el mundial…
Chachagüí en Nariño, fue el epicentro de un evento deportivo de talla mundial, por tratarse de un lugar privilegiado por el clima, su gente, su tranquilidad y por poseer el kartódromo María Alejandra Portilla, en las instalaciones del Comfamiliar Nariño, donde las motos no son estigmatizadas y por el contrario tienen las puertas abiertas para competencias locales, nacionales y de talla internacional, fue el elegido para albergar el Mundial de Supermoto, un evento que a comienzos del mes de agosto dejó Europa para llegar por primera vez a Colombia.
Con representantes de varios países del viejo continente como Francia, Rumanía, República Checa, Países Bajos, Finlandia, España, Italia y Austria, se cumplió la sexta válida del campeonato donde Thomas Chareyre llegaba como líder de la general y aterrizó en tierras pastusas con el objetivo de mantenerse en el número uno, logrando la pole.
Thomas Chareyre vino a Colombia para defender su puesto en el Mundial, donde a pesar de no haber ganado la válida sigue siendo el #1
Un total de 19 pilotos tomaron la partida en el escenario que descrestaba no solo por el paisaje con el volcán Galeras de fondo, también por la cantidad de aficionados que acogió durante los dos días. Si bien los locales tenían claro que su favorito era Rigo Salazar “El Avión” #227 (TM), no dudaron en apoyar a los extranjeros que se encargaron de dar un espectáculo que valió la pena para quienes subieron a sus motos y viajaron desde otras zonas del país, con el fin de acompañar a los colombianos y ver en acción a los mejores del mundo.
Las instalaciones de la caja de compensación fueron ideales por incluir pista, alojamiento y zona de comidas en un mismo sitio, así se convirtió en una especie de campamento para los pilotos, organizadores y prensa. Los días previos a las carreras, el ambiente en los boxes era diferente según las regiones, los europeos se dedicaron por completo a tener sus motos con la mejor puesta a punto para la clasificación y las dos mangas, los que vinieron para el Iberoamericano si bien estaban centrados en la competencia, no podían ocultar sus orígenes latinos que les permitían ser más coloquiales y disfrutar de las tardes y noches con sus similares locales. Los colombianos sin duda, fueron los más animados con sus amigos, familias y mecánicos cerca, las noches eran para divertirse sin excederse, enfocados en la cita dominical cuando las carreras tendrían lugar.
Los pilotos colombianos se le midieron al reto internacional y se portaron a la altura.
Un viaje a la ciudad de Pasto, para la presentación oficial del evento fue la única salida que se hizo con todos los invitados. En un auditorio al sur de la capital nariñense los actos protocolarios, la entrega oficial de los uniformes a la selección colombiana y un reconocimiento a los pilotos que llegaron de fuera estaban en el cronograma, pero no solo los discursos ambientaron la noche, la música y las danzas típicas del carnaval de Blancos y Negros inundaron con su alegría el escenario, involucrando incluso a los pilotos a quienes invitaron a ser parte del show.
Los pilotos del mundial están acostumbrados a viajar de un circuito a otro y empacar sus motos y todo lo necesario para las carreras, pero tener esa cantidad de gente pendiente de sus movimientos y a los aficionados tratándolos como a verdaderas estrellas, llamó mucho la atención de quienes vinieron desde el otro lado a estas “tierras lejanas” para compartir sus talentos con nosotros, pues según dijeron varios de ellos, tal cantidad de aficionados no es lo usual, así que a pesar de la concentración que exigía el “modo carreras” se permitieron algunos momentos entre salida y salida a la pista para hablar con sus admiradores, posar para las fotos que luego inundaron las redes sociales y dar uno que otro autógrafo, entre los afortunados que podían recorrer la zona de pits sin problemas.
Con el pulgar arriba, Pavel Kejmar, campeón de la cita en Colombia.
Además de la farándula, la federación tenía todo un plato fuerte para los presentes en Chachagüí, carreras de velocidad, Iberoamericano de Supermoto y Mundial, así el fin de semana transcurrió entre aceleraciones a fondo, saltos y derrapes, dejando entre todos ese placer que se disfruta tras una buena entrada, un rico plato fuerte y el delicioso postre.
Para quienes seguimos el mundial, el duelo que esperábamos con ansias era entre el francés Thomas Chareyre y el finlandés Mauno Hermunen, pero como el mismo Thomas nos contó, su más duro rival en la presente temporada había tenido que abandonar las pistas antes de tiempo por una lesión en su espalda que lo dejaría 6 meses por fuera, así quedaba claro que el francés tendría más posibilidades para quedarse con el triunfo en el trazado colombiano, pero nada está escrito en materia de deportes y justamente fue el checo Pavel Kejmas #71 (Husqvarna) quien aprovechó al máximo su ubicación en el segundo lugar de la partida para seguir de cerca a Chareyre y superarlo en la segunda vuelta, en ese momento el veterano Ivan Lazzarini era el #1 en la pista, pero Kejmar estaba en su salsa y más con el apoyo del público que a cada paso por las tribunas vibraba por sus acciones en la pista, así el objetivo era superar al italiano y en la sexta vuelta logró darle caza, para conservar el primer puesto hasta su paso por la meta donde el piloto de Husqvarna celebraba su primera victoria mundialista y compartía honores con Lazzarini que era segundo y Chareyre que cruzaba por la bandera a cuadros a más de 10 segundos del eufórico Kejmar. Entre los cinco primeros estaba Valerio Piedrahita que rodaba cómodamente en el 4° lugar, con italiano Christian Ravaglia tras de él.
Thomas Chareyre con la #4 en la punta, tras de él, el español David Jimenez
En la segunda manga Chareyre y Kejmar tenían claro que la lucha era por la victoria y desde el inicio el checo se puso a la rueda del francés para superarlo en el mismo punto en que lo había hecho con el italiano en la manga inicial, pero el grupo venía tras de ellos y Lazzarini era tercero, seguido por Ravaglia y Burbano que era quinto, mientras Piedrahita rodaba en sexto lugar, pero en la segunda vuelta Valerio en un derrape extremo perdía el control de su máquina y se iba al suelo para tener que remontar desde el puesto 17, quedando sin posibilidad de luchar por el top 5 o el podio. Para ese momento el público estaba cada vez más eufórico pues se notaba que la TM de Chareyre estaba mejor que en la primera carrera y la distancia entre él y Kejmar se reducía, mientras Lazzarini aumentaba la distancia con relación a los dos de punta, tras de él había otra lucha protagonizada por Ravaglia y Burbano que hacía poner de pie a los miles de espectadores que lo acompañaban en el trazado nariñense con sus gritos y aplausos. A tres giros del final Kejmar debió sacar las garras para conservar la escaza diferencia con el experimentado Chareyre que quería ganar la última manga, pero la ventaja de la TM en la recta no fue suficiente para que el galo superara al #71 que se exigió al máximo y a su Husqvarna para cruzar primero por segunda vez, ganando así las dos mangas y la válida en Colombia, segundo fue Chareyre y tercero Lazzarini, cuarto Ravaglia y quinto el piloto de Putumayo, David Burbano (Suzuki) que celebraba como si hubiera subido al podio tras su debut mundialista.
La adrenalina hizo estragos entre algunos de los pilotos, antes y durante las carreras, la más impactante de las caídas la protagonizó el piloto austríaco Lukas Hollbacher (Husqvarna) quien perdió el control de su moto y voló por el aire terminando dentro de una zanja, por fortuna en el centro hospitalario le dieron de alta y lo autorizaron para correr. Santiago Hernández (Husqvarna) fue víctima de un incidente que lo retrasó mucho, Rigo Salazar a pesar de contar con el apoyo incondicional de la afición no pudo concretar el objetivo de estar en la terna, pero lo que si es cierto es que dentro o fuera del podio “El avión” es toda una estrella en Nariño.
A pesar de no haber ganado en Colombia, Chareyre sigue en el primer lugar de la general, con Lazzarini en segundo puesto y Kejmar pasa a ocupar el tercer escalón.
Durante los actos protocolarios, previos al inicio de la cita en Nariño.
La nota curiosa al final de las carreras fue la que vivimos en los pits, donde los pilotos, a falta de afiches o manillas para compartir con sus admiradores, terminaron regalando muchas de las piezas plásticas de sus motos, que hoy deben estar adornando las paredes de los afortunados.
En cuanto al Ibero, los argentinos fueron los dominadores con Matías Lorenzato # 45 (Yamaha) a la cabeza y su compatriota Hernán Villacreces # 167 (Suzuki), por su parte el colombiano Michel Valencia # 100 (Suzuki) completó el podio. En el Ibero estaba prevista la participación de Valerio Piedrahita, quien llegaba para defender el título del 2014, pero la presión de estar en ambas competencias hizo que el colombiano dejara su cupo en el Ibero para enfocarse al 100% en el mundial donde ha corrido toda la temporada.
David Burbano se lució en la válida disputada en Chachagüí, al ubicarse en el quinto puesto de la general.
A parte de las carreras tenemos que admitir que en cuanto a la logística se notó el esfuerzo que hizo el personal a cargo, tanto de Comfamiliar Nariño, como de la Federación, la FIM, la liga local y de BPROM, quienes se encargaron de montar un espectáculo que por sus buenos resultados y acogida entre pilotos, equipos y público, nos dejó con ganas de más y posiblemente se repita en el 2016.
En cuanto a los medios, hubo presencia de más prensa internacional que nacional, pero aun así se dejaron ver algunos medios impresos y de televisión como Claro TV, que contó con un espacio para transmitir en vivo para sus abonados en Colombia.
Luego del susto que pasaron los integrantes de este equipo con la dura caída del piloto en los entrenamientos, la cara les cambió a todos cuando contaron con el visto bueno por parte de los médicos para que Lukas Hollbacher (Husqvarna) pudiera correr.
Agradecemos a Fedemoto por el apoyo brindado durante los 6 días que compartimos con ellos y con las figuras nacionales e internacionales, sin duda fue un esfuerzo que valió la pena. Igualmente nos dejó más que satisfechos el apoyo por parte del público nariñense que se hizo presente durante los días del evento para disfrutar las carreras y apoyar a los deportistas.
A los pilotos que se vincularon con el evento, gracias por creer en él y por compartir con todos su talento sobre las dos ruedas. Un reconocimiento especial a David Burbano del Putumayo quien fue el mejor de los nuestros en el mundial al quedarse con el quinto lugar tras las dos reñidas mangas, pero igualmente reconocemos a Valerio Piedrahita quien a pesar de sufrir un par de percances que lo alejaron de la punta quedó en el número 7 y a Rigo Salazar que cerró el top 10.
Antes de iniciar las carreras, uno de los mecánicos de Iván Lazzarini se tomó un rato para ver nuestra Revista.
Desde México este colega llegó a Nariño para cubrir las carreras en Chachagüí.
Piloto, mecánico, manager y dueño del Suzuki Grau Racing, Ángel Grau fue uno de los primeros en llegar a tierras pastusas.
Algunos decían que este mecánico de Thomas Chareyre es primo de Valentino Rossi. Nosotros le preguntamos y nos dijo que si, por lo menos parecido si es.
Los pilotos no solo aceleran, también apoyan a quienes trabajan en su moto.
Santi Hernández otro de los nuestros en la cita del mundial y como siempre su familia estuvo con él.
Rigo Salazar #227 no pudo llegar al podio o al top 5 pero lo que fue espectáculo si le brindó a sus seguidores en Nariño