Este modelo es producido por Jinan Qingqi, uno de los complejos industriales más grandes del continente asiático, cuyos productos se han venido comercializando en nuestro país desde hace varios meses por la firma Jinancol S.A., quienes han decidido traer esta moto equipada con un interesante motor de 200cc, que entra a complementar la oferta de modelos en el segmento de las sport de media cilindrada, una categoría que cada vez adquiere más fuerza en el mercado y que ha venido ganando muchos adeptos en todo el país. Hablamos de la Qingqi QM200.
Con un motor que nos dejó muy buenas sensaciones y un diseño que la destaca del ejército de clones que ha venido llenando las vitrinas en los últimos meses, la QM200 de Qingqi llega a nutrir un segmento que cada vez se pone más interesante.
La QM 200 es una de las pocas opciones “diferentes” hasta ahora, con una apariencia tipo sport, que entre otras cosas, prescinde de los excesos de cromo a los que nos hemos acostumbrado a ver en la mayoría de productos provenientes de China. Esta moto se destaca por el estilo de sus líneas que nos recuerdan a las sport de finales de los 80, resultando agradable a la vista y dándole una apariencia que sigue vigente, en la que cabe resaltar detalles interesantes como la utilización de semi manillares en lugar de un manubrio convencional, así como el conjunto delantero formado por la farola redonda y el tablero con los dos relojes cromados al más clásico estilo; en general, la Qingqi se ve bastante compacta, con un diseño en el que se integran el tanque, que cuenta con un tapón de estilo deportivo, las tapas laterales, el motor y el amplio asiento de doble nivel.
La comodidad que ofrece a ambos ocupantes es uno de sus aspectos destacables.
Por otra parte hay algunos detalles que a nuestro modo de ver penalizan el buen aspecto de la QM200, entre ellos los guardapolvos de caucho en la suspensión delantera, que protegen las barras, eso es cierto, pero que no terminan de convencernos en este tipo de motos, algo similar podría decirse de los rines de aleación con cinco aspas y un diseño que a nuestro parecer no concuerda del todo con el carácter de la QM200.
El conjunto de la farola y el cuadro de relojes le dan un aspecto agradable a la Qingqi.
El tablero ofrece una buena información con tacómetro y velocímetro análogos muy legibles, que incluye cuentakilómetros total y parcial, entre las esferas se encuentra una pantalla con los testigos, bastante grandes por cierto, de direccionales, luces altas y neutra; las direccionales y los espejos contribuyen bastante a la buena apariencia de la Qingqi con su diseño de aspecto actual. Los comandos se encuentran bien ubicados al alcance de las manos, sin embargo, nos pareció algo tosco el funcionamiento del interruptor de las luces y el de las direccionales (especialmente cuando hay que apagarlas), extrañamos el interruptor de luces de paso y la leva del choke que se debe accionar directamente en el carburador, así como el seguro de dirección que está ubicado en la columna de dirección.
El corazón de esta Qingqi es un monocilíndrico 4 tiempos de 200cc refrigerado por aire, con sistema de distribución por cadenilla, dos válvulas y eje de levas en la culata, que viene equipado con filtro de aceite reemplazable, algo muy importante para la vida del propulsor y del lubricante. Su potencia declarada es de 14 caballos a 7.500rpm. El arranque es eléctrico únicamente y en el lugar del cranck hay un visor para el nivel del aceite. La transmisión es de cinco velocidades y el embrague es multidisco bañado en aceite; la alimentación está a cargo de un carburador Mikuni de diafragma. El chasis es de cuna sencilla desdoblada, con una pieza desmontable en su parte inferior. En lo que respecta a suspensiones todo es convencional, telescopios al frente y dos amortiguadores ajustables en dureza acompañados por una tijera de sección cuadrada. El tema frenos esta a cargo de un disco delantero de 240mm, accionado por una mordaza de doble pistón, mientras que la rueda trasera se sirve de una campana.
El desempeño del motor de 200cc es impresionante por la potencia y la capacidad de respuesta que tiene en cualquier cambio.
A bordo de la Qingqi se rueda confortablemente y sin importar la talla del piloto, este encontrará suficiente espacio para acomodarse a su gusto, con los brazos relajados en una postura muy natural al igual que las piernas y gracias a la baja altura del asiento (778mm), se llega al suelo sin problemas. A propósito del sillín, éste cuenta con un mullido suave y por su amplitud garantiza espacio suficiente para ambos ocupantes y ya que hablamos del segundo a bordo, éste encontrará en la QM200 una moto amable, cómoda y segura, pues además de una relajada posición, exenta de vibraciones, podrá contar con una agarradera muy bien diseñada para sujetarse y evitar los molestos deslizamientos en aceleraciones y frenadas.
Para dar vida al motor de 200cc, hay que presionar el embrague y darle arranque con el botón de encendido, inmediatamente llega el sonido de la máquina que puede parecer algo tranquilo (por su baja rumorosidad) teniendo en cuenta la apariencia de la moto, sin embargo, una vez en marcha, el propulsor sorprende desde el primer momento gracias a la contundente respuesta que ofrece desde muy pocas revoluciones. De hecho, el motor de la Qingqi se destaca por su buena respuesta a lo largo de todo el régimen de revoluciones, en ciudad es sencillo llevarla por entre el tráfico gracias a que es muy maniobrable, a su peso contenido y a que el motor trabaja muy bien en baja, evitando el uso constante del clutch para rodar a paso lento, sin embargo, en contraste con el buen desempeño del motor, hay que mencionar las vibraciones que este transmite a partir de medio régimen, especialmente a las manos y en menor medida en los pies, las cuales llegan a ser molestas en trayectos largos y más que todo en las manos, aspecto al que poco contribuyen los manilares al ser de un caucho demasiado duro.
Fuera de los límites de la ciudad, sale a relucir el carácter del propulsor que empuja con fuerza, más de lo que imaginábamos antes de subirnos a ella y a lo largo de los cinco cambios mantiene este buen desempeño, encontrando su punto óptimo de trabajo al llevarlo entre 5.500 y 8.500rpm, donde se encuentra lo mejor y acelera con decisión. Llevando la QM200 por carreteras de montaña, de esas que tanto nos gustan y que son las mejores para poner a prueba una moto, da gusto ver la sorpresa que se llevan otros motociclistas en cilindradas similares al verse impotentes ante la respuesta de esta máquina al abrir el acelerador, especialmente en los ascensos, recordándonos ese dicho popular que reza: “subiendo se conocen los motores, bajando los pilotos”. En la entrada de las curvas la retención del motor aporta mucho en la desaceleración y la moto se siente firme manteniendo la línea, al salir de las curvas siempre encontraremos potencia suficiente para ir a buscar la siguiente curva, y la caja contribuye gracias a su relación cerrada, idónea para tramos de montaña en los que se destacan también las suspensiones, particularmente la delantera, que confieren suficiente firmeza a la máquina y contribuye no sólo a un manejo más seguro sino bastante confortable. En tramos rectos, alcanzamos una velocidad tope de 110km/h según el velocímetro y a ese ritmo no llegamos a percibir ningún movimiento extraño de la suspensión ni adelante ni atrás, algo muy bueno teniendo en cuenta que la moto alcanza con facilidad los 100km/h y es capaz de mantener este ritmo sin demasiado esfuerzo, aunque se puede decir que la moto pide una sexta a gritos. A la hora de buscar los límites de esta moto en las curvas, debemos ser cuidadosos pues la rueda trasera tiende ligeramente a perder adherencia debido tal vez a que las llantas con que viene equipada no estén calculadas para un manejo demasiado extremo y a una falta de rigidez que se nota únicamente al trazar curvas con baches o desniveles. En piso mojado extrañamos un poco más de adherencia de los cauchos, unos Kenda que trae de serie, por lo que es mejor mantener un ritmo prudente en estas condiciones. Al momento de detenerla, el freno delantero responde con suficiencia pero sin mostrarse muy dosificable y nos da la impresión de quedarse un poco corto de potencia cuando se le exige demasiado y el tambor trasero es poco lo que aporta, siendo útil sólo como complemento del disco delantero en el que recae casi por completo la labor de la frenada, por suerte siempre se puede contar con la buena retención que ofrece el motor, que bien aprovechada, ayuda mucho en las reducciones de velocidad. Otro punto fuerte de la Qingqi es su autonomía cercana a los 380km, un poco menos en uso urbano, que son suficientes para hacer viajes muy largos sin paradas, en cuanto a consumo nos dio en promedio 125km/g una cifra bastante razonable teniendo en cuenta la cilindrada. Claro que cuando vayamos de viaje debemos procurar que no nos coja la noche, pues la QM200, con su bombillo convencional, no tiene unas luces muy destacables que digamos.
El tablero, los semimanillares y la tapa del depósito le dan un marcado estilo sport.
En definitiva, la Qingqi QM200 es una opción verdaderamente interesante para aquellos que buscan una máquina de buena potencia, amable en la ciudad, con un contenido consumo de combustible, fácil de llevar en cualquier circunstancia y que a la hora de salir por carretera resulte divertida y potente sin importar si se va solo o con acompañante. A todo esto hay que agregar su buena apariencia que no pasará desapercibida en ninguna parte, las ventajas que ofrece su cilindrada, y un precio favorable que la pone al alcance de muchos usuarios. DM
El freno de disco se queda un poco corto cuando se le exige demasiado.
Texto: Daniel Velandia
Fotos: Juan Carlos Posada
Ficha técnica | Qingqi QM200 – 2V |
Motor Cilindrada | Monocilíndrico, 4T, OHC, |