La marca francesa nos llevó al país de la samba, a un escenario de fantasía, donde pudimos probar su última novedad en la gama de ruedas deportivas de alto desempeño.
Hace 30 años Michelin desató una revolución en el motociclismo al presentar las primeras llantas radiales para motos de calle, con ellas marcaron un antes y un después en las sensaciones que se podían obtener en conducción deportiva. Ahora con su nueva rueda deportiva, llamada Power RS, que estará disponible muy pronto en nuestro mercado, afirman haberlo logrado nuevamente.
Una cosa es escuchar a los ingenieros, a los directores de mercadeo y a los pilotos de prueba de la marca hablar de las novedades y virtudes de una nueva llanta, pero otra muy diferente es subirse a una moto deportiva de última generación, apagar todas las ayudas electrónicas y salir a una pista de carreras a sentirlas. Ahí es donde realmente se puede “entender” qué significan todas las cualidades de un producto donde lo que priman son las sensaciones por encima de cualquier otra cosa.
Velo Cittá es el nombre de la hermosa pista privada donde pudimos sentir las nuevas Power SP sobre un selecto grupo de deportivas de última generación.
En Michelin tienen esto muy claro y por ello nos llevaron hasta una pista de carreras privada, ubicada al norte de la ciudad de Campinas, Brasil, llamada Velo Città, un escenario como de fantasía, donde además de ofrecernos una presentación muy detallada de la nueva Power RS, nos dieron la oportunidad de subirnos a un selecto grupo de deportivas de última generación, con una docena de modelos disponibles de todas las marcas (naked y superbike), con las que pudimos girar hasta el cansancio en el impecable trazado de 3,5km, que se dibuja con curvas de todo tipo, mientras sube y baja por las ondulaciones de una colina.
Michelin, que siempre se ha destacado por ser una de las marcas más innovadoras en su campo, con una inversión anual de 700 millones de euros, destinados a la investigación y desarrollo, se tomó dos años para crear esta nueva llanta, en la cual patentaron dos nuevas tecnologías en el diseño de su carcaza interior, que es donde logran gran parte de la magia, aplicando muchos de sus conocimientos que vienen del mundo de la competición y en especial de MotoGP que es su “laboratorio” de pruebas más exigente.
Michelin invirtió 2 años para desarrollar las nuevas Power SP, aplicando toda su experiencia en MotoGP y sus últimos desarrollos en el diseño de la carcasa y en compuestos de caucho para lograr una rueda que transmite muy buenas sensaciones tanto en pista como en carretera.
ACT+ es el nombre que le dieron en Michelin a su nuevo diseño de la estructura interna aplicado a las ruedas traseras, donde la lona principal da un doblez sobre el hombro de la rueda cubriendo con una segunda capa los laterales (la imagen lo explica mejor) y de esa manera afirman haber conseguido los niveles ideales de rigidez y flexibilidad que se necesitan tanto durante la aceleración en curva, como en recta. A esto se suma un “corte”, que es como le dicen los ingenieros de Michelin al labrado, que parece de carreras y mantiene el máximo de caucho en contacto con el asfalto, inclusive a los costados, donde hay un compuesto mucho más blando, es completamente lisa, como si fuera una “slick” de carreras. La idea es tener el mayor agarre en pista, donde estas ruedas se pueden usar perfectamente con un nivel de duración bastante bueno y con un agarre muy similar al de unas ruedas de competencia, pero con la gran diferencia de que la “receta” del caucho, que tiene entre sus ingredientes la última generación de elastómeros y polímeros, les da un efectivo agarre en frío y también en mojado, aspectos esenciales para el uso en calle.
Después de la teoría vino lo que todos estábamos esperando. Una docena de máquinas de primer nivel, calzadas con las nuevas Power RS nos esperaban en los “box” bajo un cielo azul que hacía ver todavía más espectacular el impecable circuito que estaba completamente a nuestra disposición. La primera tanda la hice sobre una Kawasaki Z800 y más que sentir las ruedas me dedique a conocer el trazado, cuyo asfalto era impecable, sin un bache, sin un empate, perfectamente limpio, con algunas frenadas muy fuertes al final de dos rectas cortas, con curvas de todo tipo, rápidas, lentas, superlentas, en subida, en bajada, ciegas, enlazadas y de las que no perdonan, en pocas palabras una maravilla de pista para la tarea que teníamos por delante y especialmente para gozársela a fondo con semejante selección de motos.
A un excelente desempeño se suma un diseño 100% de carreras que luce demasiado bien.
El diseño de la carcasa es clave en unas ruedas pensadas para motos que pueden tener hasta 200 caballos y Michelin dedicó especial atención a este aspecto, desarrollando una nueva estructura que bautizaron ACT+ y que supone una gran diferencia a favor frente al cronómetro.
La mecánica del evento era simple, salir, dar cuatro vueltas y volver a pits para intercambiar las motos. Al cerrar mi cuarto giro con la Kawa ya tenía una buena idea de la pista, me subí a una Ducati Hypermotard 939 y esta vez sí comencé a enfocarme en las sensaciones del “caucho”. La italiana me llamó la atención porque es un “cañón” saliendo desde abajo, perfecta para sentir la tracción a la salida de las curvas. Aplicando todo el torque del bicilíndrico las Power RS ni se inmutaban, todo el poder del motor se transmitía al asfalto y se convertía en pura aceleración sin movimientos extraños, si había algo de derrape era demasiado imperceptible, aunque las líneas negras que se veían por toda la pista eran señal clara de ello, pero en el manejo las sensaciones eran de una seguridad total para aplicar el acelerador sin temor alguno.
Michelin no escatimó esfuerzos para que pudiéramos sentir sus nuevas ruedas en una gran variedad de deportivas de todos los estilos y calibres.
Después de la italiana vino una Honda Hornet 1000 con la que terminé de afilarme y ganar confianza para seguir con el plato fuerte. Me esperaba una sucesión de deportivas japonesas y alemanas de 200 caballos que volaban en la corta recta que terminaba en bajada, para luego encarar una fuerte frenada antes de tomar una curva rápida a la izquierda, que daba paso a otra mucho más rápida también a la izquierda, donde se podían sentir las ruedas al máximo de inclinación. La pista no le daba descanso al piloto y tampoco al caucho, había que moverse todo el tiempo de un lado a otro, frenar fuerte, usar la caja sin parar, inclinar y salir con el acelerador a fondo y la rueda delantera apuntando al siguiente giro. La verdad era una delicia total y en cierto punto perdí la cuenta de las motos y de los giros que había dado. También dejé de pensar en las ruedas, iban tan perfecto que no había mucho qué hacer, salvo enfocarse en disfrutar del trazado y de cada una de las motos que pude sentir ese día. Esa es la esencia de unas buenas llantas deportivas, deben cumplir su misión y transmitirnos mucha confianza, sin interferir en nada, para permitirnos sentir lo mejor de cada moto y de cada carretera, de manera que podamos explorar nuestras capacidades de manejo y enfocar nuestros sentidos en disfrutar. Por lo que pudimos sentir ese día con las Power RS, en Michelin lo tienen muy claro. DM
Los dejamos con un poco de acción con este video.