“Diferente” Fue la primera palabra que se nos vino a la mente cuando estuvimos en frente de la Mad Ass 100, que es importada en nuestro país por la marca Honlei y que de acuerdo con sus representantes es fabricada en china bajo licencia de la marca alemana de motocicletas Sachs Bikes. Claro que después de dar unas vueltas a su alrededor también usamos las palabras “Fuera de lo común” y “Diseño Radical” y es que para bien o para mal, esta moto no pasa desapercibida en ninguna parte como lo pudimos comprobar al probarla en las calles de Medellín, donde a nuestro paso todos volteaban la cabeza para mirarnos. Igual sucedió cuando tomábamos algunas fotos para este artículo con el hermoso Parque de los Deseos como fondo, más de una persona se nos acercó a preguntarnos qué tipo de moto era, hasta los policías que nos pararon a pedirnos los papeles la admiraron; es más, estamos seguros que la requisa fue una excusa para mirar la moto y preguntarnos por ella.
Para entender el origen de su peculiar diseño debemos remontarnos a sus orígenes. La Mad Ass fue diseñada originalmente por la marca alemana de motocicletas Sachs Bikes, en un contexto eminentemente europeo y para entrar a competir directamente en el segmento de los ciclomotores, que es el nombre en castellano con el cual se designa a esas pequeñas máquinas de 50cc y una velocidad máxima de 45 a 50 km/h. Estos vehículos, que pululan en los países europeos, están pensados para ser usados principalmente por adolescentes, porque pueden ser conducidos a partir de los 14 años. Precisamente como su público objetivo son los jóvenes, Sachs Bikes se puso en la tarea de crear un diseño que rompiera esquemas, que estuviera más acorde con la gente joven del siglo XXI y que además fuera un reflejo de su personalidad, así como lo son el “skate” (o patineta como le decimos algunos) la bicicleta BMX, las gorras, los aretes, la música electrónica o los jeans caídos y los boxer por encima del cinturón.
Ahora situando la Mad Ass 100 en el contexto colombiano debemos decir que también en nuestro país existe ese tipo de adolescentes a los cuales les encantaría tener una máquina como esta y por otro lado al conducirla nos recordó, guardando distancia por supuesto, a dos modelos que fueron muy populares en la década de los ochenta y los primeros años de los noventa, nos referimos a la Yamaha Towny y a la Suzuki FZ50, que para muchos de nosotros fueron nuestras primeras motos. Su fácil manejo, gracias a la caja automática y reducido tamaño, la potencia justa, bajo mantenimiento y parco consumo nos facilitaron la vida para desplazarnos por el barrio, ir al colegio o a la universidad y además aprender todos los secretos de las dos ruedas para después enfrentarnos a motos más potentes. También estos modelos fueron usados como medio de transporte básico y económico por un sector de la población, sin importar el sexo o la edad. Precisamente es esta misma filosofía la que encierra la Mad Ass pero con el agregado de un diseño moderno, que algunos amarán y otros odiaran pero que a nadie dejará indiferente.
Hablando del diseño sólo lo podemos calificar como “Minimalista” y con esto nos referimos a que tiene todo los elementos normales de una moto pero llevados a la mínima expresión, para lo cual se han aplicado soluciones innovadoras como por ejemplo que el tubo central del chasis haga las veces de tanque de combustible, de elemento portante del motor y de la suspensión trasera, mientras que el segundo tubo que complementa el chasis hace las veces de soporte del asiento, anclaje para el amortiguador trasero y soporte del tubo de escape.
La Mad Ass 100 es impulsada por un sencillo motor 4T de 100cc, con encendido electrónico (CDI), refrigerado por aire que declara 8HP y el cual transmite el movimiento a la rueda trasera a través de una caja automática de dos velocidades y transmisión secundaria por cadena. Con este conjunto se logra una velocidad máxima de 65km/h, suficiente para desplazarse en el medio urbano. Esta moto de estilo radical cuenta con dos potentes frenos de disco en ambas ruedas, montados en rines de aluminio de 16 pulgadas que calzan llantas de generosas dimensiones, confiriéndole una excelente estabilidad en línea recta y todo tipo de curvas, así como un impresionante poder de frenado.
El tablero de instrumentos como todo en ella es mínimo, se trata de una pequeña pantalla digital que nos da velocidad, kilometraje total, parcial y la hora, todo esto iluminado en un tono azul que luce bastante actual y acorde al estilo de la moto. Otro aspecto muy llamativo es la iluminación, con dos pequeñas unidades halógenas al frente, soportadas por unas platinas de aluminio de excelente factura, pero las minúsculas direccionales tampoco se quedan atrás, en parte por su reducido diseño, pero sobretodo por su poder de iluminación y para complementar sobresale también un stop de diodos, igualmente pequeño, llamativo y visible.
En el apartado dinámico lo primero que resaltamos es que su conducción, gracias a su reducido tamaño, peso centralizado y caja automática, resulta supremamente fácil y divertida y se desplaza entre el tráfico urbano, casi como si fuéramos en bicicleta. Las suspensiones son firmes y no absorben completamente los baches del camino, pero por otro lado y en conjunto con las llantas de dimensiones generosas, nos proporcionan un excelente aplomo y comportamiento cuando estamos afrontando curvas, como por ejemplo al tomar las orejas a la salida de los puentes. Los frenos, que son de disco en ambas ruedas, cumplen con su labor eficazmente y nos garantizan en todo momento un buen poder de frenado. Lo que si es muy extraño es la posición de conducción porque da la impresión que el asiento está más alto que el manubrio, lo cual obliga a desplazar el cuerpo hacia delante y el peso recae en gran medida sobre las muñecas. Es una posición extraña pero tampoco se tarda demasiado en adaptarse a ella. El que no estará muy complacido es el acompañante puesto que el sillín de escasas dimensiones no le deja mucho espacio, pero esto tampoco debe ser una limitante para trayectos cortos en la ciudad que es el uso para el cual estará destinada esta moto. Ahora de equipaje ni hablar, un morral es la mejor opción, por que no se cuenta con canastilla delantera ni parrilla y la verdad cualquiera de estos elementos desentonaría con el diseño de la moto, que es su principal activo.
El comportamiento del motor es correcto hasta los 50km/h, por encima de esta velocidad las vibraciones y el nivel de ruido se vuelven algo molestos, por lo cual con la Mad Ass 100 lo mejor es relajarse y conducir de manera tranquila y sosegada evitando en lo posible las autopistas y carreteras porque su limitada potencia y velocidad puede ser una limitante en estas circunstancias. Los colores ofrecidos son negro y plateado y se ofrece con una garantía de 12.000 kms o 12 meses y su precio es de 4’500.000.
Estamos seguros que tal como sucedió con la Towny y la FZ50 existen muchos usuarios para los cuales esta moto será una excelente alternativa, eso sin contar con que a donde vayan, serán el centro de atracción gracias a su impactante diseño y además tendrán la satisfacción de contar con una máquina única en su especie.
Ficha Técnica Mad Ass 100
Modelo:………………100
Motor:……………….4 tiempos
Cilindraje:…………..100 cc
Encendido:……………CDI
Arranque:…………….eléctrico/pedal
Capacidad combustible:…1.4 galones
Capacidad de aceite:…..1 Qt
Colores:……………..negro y plateado
Garantía:…………….12,000km o 12 meses
Datos complementarios:
Fuerza máxima:………..9 HP
Transmisión:………….automática
Transmisión final:…….Cadena 13 53
Longitud:…………….1835 mm
Ancho:……………….780 mm
Altura total:…………1010 mm
Peso:………………..95 kg
Peso carga máxima:…….185 kg
Suspensión delantera:….telescópica
Suspensión trasera:……monoshock
Freno delantero:………disco
Freno trasero:………..disco
Rueda delantera:………rin 16 aluminio en aspas.
Rueda trasera:………..rin 16 aluminio
Voltaje:……………..12 v