Las llantas al igual que todo en la vida, inevitablemente llegan a su fin, por uno u otro motivo pero siempre expiran. Muchos se preguntan ¿qué hay de las motos que se la pasan guardadas?, pues esas no nos interesan, aunque también el desuso las termina dañando, pues el material se torna quebradizo y pierde sus propiedades (agarre, flexibilidad, resistencia, etc.). El asunto es que siempre llega el día en que tendremos que salir a buscar en el mercado que llantas comprar, para lo cual vamos a ver unas recomendaciones que pueden ser de gran ayuda en este momento.
¿Qué tipo de llanta es mejor?
Para contestar a esta pregunta lo mejor es definir cual es el uso que le damos a nuestra máquina, con esto al menos sabremos qué “dibujo” nos va mejor, así, alguien que rara vez sale de la ciudad, no se debe comprar unas llantas “pisteras” que por su forma curvada terminarán cuadradas a los pocos días, ni tampoco unas de enduro, las cuales en pavimento no sirven de mucho y su rápido desgaste nos arruinara el bolsillo. En este caso lo mejor será optar por un labrado convencional de material duro y con una mayor área de contacto.
Otra pauta será el comportamiento de las gomas anteriores, con lo cual podemos guiarnos y elegir nuestras próximas llantas.
¿Cómo saber si la llanta es buena o no?
Las llantas al igual que otros productos, van certificadas por diferentes organismos, por ejemplo una llanta que lleve el sello del Icontec (Instituto Colombiano de Normas Técnicas) es certificada por dicho organismo y se supone que cumple unas normas de calidad exigidas por él. Al igual que el Icontec existen otros organismos en diversos países que certifican las llantas para que puedan ingresar a sus mercados. Uno de los más importantes es el DOT (Departament of Transport) de los Estados Unidos, el cual certifica todos los componentes afines al ramo del transporte, tales como los cascos, los líquidos para frenos, etc. Estos sellos los debe llevar la llanta en su costado, los cuales siempre van acompañados del número correspondiente a cada certificado y nos dirán si la llanta pasa las pruebas de dicho organismo, con lo cual podremos estar tranquilos en lo referente a su calidad.
MOTOCROSS. Son gomas de tacos altos y separados, ideales para el uso en motocross o enduro.
MIXTAS. Son de tacos más bajos y juntos, van muy bien en calle, en destapado y en suelo mojado.
CIUDAD. De perfil achatado y caucho duro, las mejores para el uso continúo en ciudad.
PISTA. Son las mejores para uso deportivo con piso seco.
¿Qué dimensión colocar?
Siempre lo mejor es mantener las dimensiones que el fabricante especifica, pues una llanta mayor somete las piezas de la suspensión a un mayor esfuerzo y aumenta el consumo de combustible. Con el único beneficio de un mayor agarre en curva, el cual no siempre es aprovechable en el uso cotidiano. Además colocar una llanta más ancha en el rín de una menor, hace que ésta se combe, con lo cual la zona de contacto se reduce, aumentando el desgaste, aquí la única ganancia será en “pinta”, aunque al poco tiempo estaremos rodando en las lonas.
Por el contrario una llanta de menor sección se mostrará muy insegura, con tendencia a derrapar y nerviosa en condiciones de lluvia, además al frenar tendrá mayor tendencia a derrapar.
Solo en competición los cambios en el ancho de las llantas se ven claramente compensados, pues allí los segundos valen oro y los presupuestos permiten esos lujos.
¿Cómo hacer que duren más las llantas?
Por experiencia he visto como en dos motos de igual modelo, con llantas iguales y uso similar, pueden haber drásticas variaciones en la duración de las llantas, esto debido a varios factores.
Lo primordial para estirar un poco la duración será un control periódico de las presiones, que casi siempre vienen en el manual, algo que olvidamos, pero que puede significar varios miles de kilómetros y por ende muchos pesos.
Otro factor que reduce su duración es la conducción, siendo mejor si nos movemos a ritmos normales y evitamos frenar como pilotos de carreras. Las curvas o las “acostadas” estilo Doohan no reducen demasiado la vida de las llantas, las cuales casi siempre mueren por la parte central. Otros factores que influyen son la falta de alineación, de balanceo y los problemas en la suspención, que someten las llantas a esfuerzos extra que sumados comen mucho caucho y los cuales pueden ser solucionados, sin que ello implique una gran inversión, con la respectiva ganancia en seguridad y desempeño.
Hay además de estos otros factores que se salen un poco de nuestras manos y ante los cuales poco podemos hacer, por ejemplo están las condiciones de la vía, la temperatura del suelo, el peso que llevamos, la inclinación, etc. Pero controlando las primeras ya estaremos estirando bastante la vida de nuestras gomas.
Para terminar y como recomendación final, junto con las llantas se deben también cambiar siempre los neumáticos, los cuales aunque aparenten estar bien, sufren bastante con el uso. Siendo incluso más importantes que las mismas llantas, esto lo saben bien los que alguna vez han tenido la desagradable experiencia del estallido de uno de ellos, ante lo cual ni los rezos de Walter Mercado en persona valen.
Desarrollo
Si en algún campo el motociclista común se ha visto beneficiado por la competición, es en el de las llantas, en el cual las diferentes compañias han experimentado de todo, cabe destacar el «Trigonic» de perfil triangular desarrollado por Dunlop. También en competición se comenzo a utilizar llantas radiales, las cuales son más livianas y flexibles, comportandose muy bien a alta velocidad.
Otro de los avances debidos a la competición es el de las llantas sin neumático, muy exclusivas en los 70s pero de uso común actualmente en motos de todo tipo y cilindrada, con la ventaja de ser más seguros y livianos.
Actualmente las compañias experimentan con fibras de kevlar en las lonas y además incorporan diferentes tipos de caucho en la banda de rodadura, con un centro más duro y resistente al desgaste y un caucho más blando a los lados, para mayor seguridad en curvas.
Todo este avance tiene la ventaja de estar al alcance de cualquier motociclista.
Texto: Carenaje
Edición 5
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