La velocidad obsesiona al hombre, de eso no hay duda, ya sea en el aire, en el agua, en la tierra o en el espacio, siempre hay quienes tienen como único objetivo ser los más rápidos. Igual sucede con estas motos, su objetivo principal es ante todo ser las más veloces.
En la ZX 12 se destacan las pequeñas alas a los costados, así como la impresionante toma de aire bajo el faro, la cual funciona como un turbo a alta velocidad.
Pocas motos son capaces de superar los 300 km/h, la mayoría de ellas son máquinas de competición o preparaciones especiales realizadas con este objetivo, pero motos de estricta serie, de las que cualquiera puede comprar son muy pocas, para ser más exactos si acaso dos, la Suzuki GSX 1300 Hayabusa con 307 km/h y posiblemente la nueva Kawasaki Ninja ZX 12. Aunque la Honda CBR 1100 XX Super Blackbird, no se queda atrás con sus 294 km/h de velocidad máxima, pero la verdadera precursora de estos cohetes de dos ruedas es la Kawa ZZR 1100, desarrollada en los 80’s y reina absoluta por muchos años con sus respetables 277 km/h reales.
Muchos de ustedes se preguntaran dónde puede uno rodar a 300 km/h, y la respuesta es muy simple, sólo en algunas pistas especiales, aunque Europa cuenta con autopistas en las cuales no hay límite de velocidad, pero sería una locura llevar a fondo estas motos por una carretera abierta. Entonces si sólo en unas pocas pistas se pueden llevar a fondo, ¿para qué las diseñan? El objetivo es ante todo publicitario, pues esto representa mucho despliegue en las revistas especializadas de todo el mundo y toda esa publicidad se traduce en prestigio para la marca y en ventas.
El piloto de esta Blackbird, utiliza un traje ceñido al cuerpo y un casco de ciclismo, con los cuales puede ganar unos kilómetros extra.
Sólo unos cuantos pilotos de prueba, pueden presumir de haber rodado a fondo en estas bestias, para ello deben llevarlas a lugares como el anillo de pruebas de alta velocidad IDIADA, un ovalo con dos rectas de 2 km, unidas por dos curvas de 1.780 metros peraltadas a 38°, en las cuales es posible rodar a máxima velocidad ininterrumpidamente.
Hasta 280 km/h la cosa es fácil, pues se logran mucho antes de terminar la recta, pero de ahí en adelante la velocidad sube muy lentamente y el aire se transforma en una pared que la moto debe atravesar, esto obliga al piloto a pegarse lo máximo posible al tanque, mientras observa la curva peraltada acercandose a toda velocidad como si se tratara de una pared. Contra todos los instintos, el piloto entra a la curva sin soltar el acelerador y así se mantiene, para lo cual se necesitan nervios de acero, más cuando se sabe que las llantas están soportando un esfuerzo demoledor.
La Hayabusa tampoco se queda atrás, su diseño se perfecciono en el tunel de viento.
La última vuelta es la más impresionante, en ella el piloto lee los 320 km/h en el tablero, pero sigue a fondo buscando algo más de velocidad. En este punto el corazón se quiere salir del pecho y ante cualquier pequeña ráfaga de viento la moto se sacude peligrosamente, poniendo la situación al borde del desastre.
La reina actual es la Suzuki Hayabusa, sus 175 caballos la llevan por encima de los 300, con lo cual le ha quitado a Honda el liderato que venía gozando desde hacía varios años con la Super Blackbird, el mismo nombre del avión espía americano que tiene el récord de velocidad en el aire. Pero Kawasaki no desea quedarse al margen, hace años su veterana ZZR 11 fue la dominadora absoluta y ahora con la ZX 12 quieren poner las cosas en orden nuevamente, pero aún no se tienen datos oficiales sobre la velocidad máxima de la nueva Super Ninja, aunque se especula que puede llegar a los 325 km/h una cifra sorprendente. Tanto interés tiene la gente de Kawa, que se apoyaron en sus diseñadores de aviones para dotar a la ZX 12 de una aerodinámica que le permita superar los 300 con mayor facilidad, pero adentro también hay soluciones interesantes, como el chasis monocasco, que forma en su interior la caja del filtro de aire y contiene la batería.
Cuando de acelerar en tierra se trata, hasta el caza bombardero F-14 se rinde.
Todo en estas motos es sorprendente, por ejemplo la Hayabusa supera los 100 km/h ¡en primera! y va de cero a cien en 2.8 segundos y en 2 segundos más ya rueda a 150 km/h. Para cubrir un kilómetro saliendo de cero se tarda 18.7 segundos y sale a 284,6 km/h, con esto le gana acelerando a un avión de caza F14, uno de los más veloces del mundo. Además tiene un torque que le permite subir en sexta de 100 a 150 km/h en tan sólo 4.6 segundos. Para esto cuenta con inyección electrónica, al igual que la Blackbird y la ZX 12. Pero uno de los puntos críticos esta atrás, en la llanta, la cual se encarga de poner en el suelo toda la potencia y por encima de 250 km/h debe resistir una temperatura tan alta, que cualquier llanta convencional se derretiría en unos pocos kilómetros. Por esto todas ellas calzan llantas especiales, que cuestan una fortuna y que exigidas a fondo no pasan de unos cuantos cientos de kilómetros.
Lo irónico de estas motos es que a pesar de su potencial, casi nunca sus dueños tienen la oportunidad, o el coraje, o el lugar para llevarlas al máximo de sus capacidades y este termina siendo un “placer” reservado para unos pocos.
Más allá de sus impresionantes velocidades, todas son excelentes motos para hacer turismo en carretera.
Edición 16
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