Aventurera por Naturaleza.
Reemplazar a la veterana XL 185 no es tarea fácil, su calidad y su resistencia nadie las pone en duda, en más de 20 años la 185 supo demostrar que a la hora de trabajar, ninguna le daba la talla, no en vano era la preferida por muchas instituciones oficiales, donde la indestructible Honda, hacía valer sus cualidades. Pero a pesar de sus virtudes, la veterana XL 185 no podía ocultar sus años ante la nueva generación de usuarios Honda, aquellos que se iniciaron sobre la XLR 125 y que pedían a gritos una nueva moto, una máquina moderna que les permitiera subir de cilindrada, apta para el uso diario y a la vez preparada para enfrentar todo tipo de terrenos. Así es como llega la Nueva Honda XR 200R y aquí te vamos a compartir sus características y desempeño.
La hora ha llegado
En Honda se tomaron su tiempo, pero la espera ha valido la pena. La nueva XR 200R da un salto inmenso en todos los aspectos técnicos, tanto que no viene al caso siquiera tomar como referencia a la XL 185, pues se trata de dos motos completamente diferentes, con una brecha inmensa en cuanto a diseño, técnica y prestaciones.
Subimos al nevado del Ruiz, a 4150 mt. de altitud para probar la nueva Honda XR 200R, una verdadera «Doble Propósito» de espectacular diseño, que conjuga perfectamente la suavidad y la finura de una moto de calle, con la resistencia y versatilidad de una máquina de enduro.
La XR 200R proviene del Brasil, pero el ensamble lo realiza Honda en Colombia. A simple vista, encontramos un nivel óptimo en todos sus acabados, tanto en pintura, como en plásticos, piezas metálicas y en los gráficos. Su diseño moderno y muy llamativo le dan ese aspecto agresivo y poderoso, que caracteriza a las XR más grandes de la familia y que de inmediato nos da a entender, que estamos frente a una máquina apta para todo tipo de terrenos.
Cada pieza de la nueva XR 200R respira ese aire a Enduro, ya tradicional dentro de la familia XR, tanto que hereda todo el frontal, tablero y guardabarro de la XR 650, con unos cubremanos, muy necesarios al salir del pavimento. Su tanque aunque es metálico, viene decorado con unos adhesivos muy llamativos y además cuenta con dos acertadas aletas que cumplen la misión de capturar el aire, dirigiéndolo hacia el motor y que le dan un aspecto más agresivo a la moto. El asiento es amplio y cuenta con suficiente espacio para recibir sin problemas a un pasajero, el cual dispondrá de unos tacos muy bien ubicados y anclados al chasis, con lo cual su viaje será más cómodo. Las tapas laterales continúan con la línea dinámica del tanque y dan acceso al filtro de aire y a la batería. Las direccionales y el guardabarro trasero provienen de la XLR 125, pero sobre éste último, encontramos una práctica bolsa, muy útil por cierto, donde van alojadas las herramientas, quedando espacio suficiente para unas cuantas cosas más.
La potencia de este monocilíndrico es muy bien aprovechada por su caja de 5 velocidades, de suave funcionamiento, que ofrece constante aceleración y buena velocidad de crucero. A falta de tacómetro, el velocímetro trae unas guías muy útiles que indican la velocidad máxima en cada cambio.
El corazón de la XR 200R es un monocilíndrico de 4 tiempos, enfriado por aire y con el eje de levas en cabeza (OHC) y dos válvulas. Sus 196.9 cc producen una potencia de 17.2 caballos a 8.000 rpm y un torque de 1.72 kgm a 6.500 rpm.
Su caja es de 5 velocidades, con embrague multidisco bañado en aceite y para facilitarnos la vida, el arranque es eléctrico, olvidándose por completo del tradicional sistema a patada.
Las Suspensiones de esta XR se tragan todo. Abajo vemos el robusto amortiguador trasero, con sistema Pro-Link.

Las herramientas van alojadas en esta práctica maleta, donde también hay espacio extra para 2 o 3 cosas más.
La XR goza de unas suspensiones a la altura, con unos telescopios robustos y de buen recorrido en la parte frontal y con un sistema progresivo Pro-Link, anclado a una tijera de sección cuadrada, que se apoya en un amortiguador ajustable en dureza, esto confirma las intenciones todo terreno de la moto. Pero además la XR viene con unos impecables rines de aluminio D.I.D., muy adecuados para aquellos que decidan atacar todo tipo de terrenos con ella. Para esto último también cuenta con un cubrecárter fabricado en tubería, que protege muy bien la parte baja del motor y con unas palancas que se pliegan, evitando que se rompan en caso de caída.
En el tema de los frenos, la nueva XR viene bien preparada, con un disco perforado de buen diámetro, mordido por una pinza de doble pistón, el cual está acompañado por un sistema de tambor en la rueda trasera.
El disco perforado, con pinza de doble pistón permite detener la moto muy poco espacio.
Una prueba por todo lo alto
La moto la recogimos en Cali y desde el comienzo nuestra nueva compañera acaparó muchas miradas con su llamativo diseño. También desde el comienzo nos sorprendió la suave respuesta de su motor, pero más aún quedamos encantados con su estabilidad y con una manejabilidad digna de una bicicleta.
Dentro de la ciudad, la XR 200R se mueve como pez en el agua, sobrada en potencia para salir sin apuros de cualquier situación difícil o simplemente para dejar atrás el tráfico desde la misma arrancada. La caja es precisa, de suave funcionamiento y con unas relaciones muy bien escalonadas, que brindan una aceleración constante en todas las marchas. De los frenos nada que decir, el disco funciona de manera impecable, brindándole a la moto una capacidad de frenado por encima de lo normal y contando siempre con la adecuada asistencia que brinda el tambor. Los retrovisores, muy importantes en ciudad, cumplen perfectamente su función, gozando además de un diseño muy acorde con la moto.
Luego de una sesión fotográfica con la moto todavía impecable, salimos rumbo a Pereira, cruzando el hermoso Valle del Cauca, con sus interminables rectas rodeadas de imponentes plantaciones de caña, donde abundan las tractomulas, que por estas zonas vuelan. La XR se mueve sin angustias en este terreno, acelera de cero a cien en pocos segundos y mantiene sin problemas este ritmo, incluso en algunas pendientes de poca inclinación, con esto, las molestas tractomulas simplemente se dejan atrás.
En esta zona llevamos a fondo la moto y la máxima velocidad que logramos fue de 120km/h, en condiciones muy favorables y con el cuerpo pegado al tanque.
De Pereira seguimos hasta Santa Rosa de Cabal, donde un aguacero nos dio la bienvenida, permitiéndonos comprobar las virtudes de nuestra compañera en suelo mojado, siempre dentro de los límites razonables. Pero el día aún no había terminado y teníamos planeada una excursión nocturna por terreno destapado, en total 16 km de pantano y piedras camino a un merecido baño en aguas termales, que nos serviría para dejar listo el cuerpo para la siguiente jornada.
La casta de las XR
Desde los primeros metros sobre el destapado la XR sacó a relucir su casta, en ese momento surgió la verdadera personalidad de la moto, esa que le permite llevar las letras que distinguen una de las familias más selectas y prestigiosas dentro de las máquinas de Enduro. Esta XR 200R nos demostró que pertenece a la familia y que esa R no la lleva por casualidad. La moto se comporta de forma impecable apenas toca el destapado, sus llantas aunque no son las más adecuadas, tampoco lo hacen mal y todo el conjunto trabaja en una armonía que por momentos nos hace sentir pilotos en plena carrera. Las suspensiones se aguantan bien, tragándose todo lo que se cruza en su camino, los frenos se dejan modular y el motor responde desde abajo, apoyado por una caja que al parecer ha sido objeto de bastante estudio por parte de los ingenieros de Honda, pues trabaja de maravilla en todos los terrenos.
La carrera continuó de regreso al pueblo y también nos sirvió para comprobar la efectividad de las luces, que en estas condiciones funcionaron perfectamente, algo que en la mayoría de las Enduro es difícil encontrar.
Al techo de Colombia
El objetivo del segundo día era llevar la moto al nevado del Ruiz, o mejor dicho hasta los 4.150 metros sobre el nivel del mar, donde se encuentra la entrada del parque, lugar hasta donde es permitido llegar en moto. Esto debido a la imprudencia de algunos motociclistas, que años atrás subían en sus máquinas de Enduro a destrozar el parque, obligando a las autoridades a prohibir por completo el ingreso a las motos. El ascenso lo realizamos por la vía que conduce a Bogotá, una pendiente fuerte, con buen pavimento y llena de curvas que son un terreno ideal para gozar con la XR, llevando al límite la buena adherencia de sus llantas y sacando partido de la excelente aceleración y la efectividad de los frenos.
La XR subió sin problemas hasta el lugar más alto al que una moto (que no sea de los guarda parques) puede subir en Colombia y sólo en los últimos 300 metros se hizo muy notoria la perdida de potencia por la falta de oxígeno.
Para el descenso escogimos una ruta diferente, que también lleva a Manizales, pero esta vez por un destapado angosto y en muy mal estado, que disfrutamos al máximo, en medio del hermoso paisaje que caracteriza nuestras majestuosas montañas.
Una vez en Manizales tomamos rumbo a Pereira, para salir nuevamente hacia Cali y completar así casi 750 km de aventura sobre la nueva XR 200R, una moto que demostró que es una incansable compañera y que está preparada para salir bien librada de toda clase de situaciones.
Reemplazo a la altura
Sin duda alguna la nueva XR dará mucho que hablar y con toda razón, al fin y al cabo viene a convertirse en la nueva moto insignia de Honda en Colombia y para esto no sólo incorpora todos los refinamientos que cabría esperar, sino que además nos muestra un diseño realmente espectacular. Y por lo que pudimos comprobar, la XR 200R, da un salto tecnológico, que la pone a la altura de las mejores en su clase. Convirtiéndose en una excelente opción para todos aquellos que buscan una máquina potente, robusta y a la vez económica, capaz de responder en todos los terrenos, desde el uso diario en ciudad, hasta las excursiones de fin de semana, pasando por largos viajes y por que no, hasta competir en carreras de Enduro o Motocross, al fin y al cabo estamos ante una verdadera XR, una casta de motos nacida en las pistas y acostumbrada a ganar.
Buenos Detalles de la XR 200R
- El arranque eléctrico, ese botón que nos facilita la vida, sobretodo en mitad de una trocha.
- Muy útil y segura resulta la pequeña bolsa donde van las herramientas.
- La protección extra que dan los cubremanos.
- Los tacos con recubrimiento de caucho extraible.
- Las palancas que se pliegan en caso de caída, evitando que se rompan.
- El cubrecárter, necesario en destapado.
- Los rines de aluminio, más seguros y resistentes en destapado.
- La cadena con “O-rings”, más resistente en destapado y con agua.
Malos Detalles de la XR 200R
- Extrañamos bastante la presencia de tacómetro.
- El control del nivel de aceite por varilla, más aún por lo difícil que resulta abrir el tapón.
- La ausencia del interruptor que evita arrancar con el gato lateral desplegado.
Ficha técnica | |
Motor Cilindrada Rel. compresión Potencia Max. Torque Max. Encendido Arranque Embrague Caja Transmisión Suspen. Del. Suspen. Tra. Freno Del. Freno Tra. Peso vacío Capacidad tanque Sistema eléctrico Garantía | Monocilíndrico OHC 4T 196.9 c.c. 9.0 : 1 17.2 HP a 8000 rpm 1.72 kg f – m a 6.500 rpm CDI Eléctrico Multidisco en aceite 5 Velocidades Cadena con «O-rings» Telescópica Pro-Link Disco, pinza doble pistón Tambor 122.4 kg. 8.5 litros (1.8 reserva) 12 Voltios 12 meses / 20.000 km |
Texto y Fotos: Juan C. Posada
Este artículo fue publicado en nuestra edición 21 de La Revista De Motos en el mes de enero de 2001
2 comentarios
Gracias x excelente artículo, tengo buena XR 200 modelo 2001 y subiendo a termales el sifón comenzó a quedarse a ahogar, le cambié la bujía x una de iridium pero aún así a cierta altura se sigue quedando, que podría hacerle? Quedó atento a comentarios y agradezco mucho su atención 🙏
Excelente descripción