La CB 190R fue una de las motos que más expectativa causó en la pasada Feria de las 2 Ruedas, un modelo que los adeptos a la marca del ala dorada estaban esperando con ansias y que finalmente fue lanzado por Honda en dicho evento. Hace poco tuvimos la oportunidad de rodar unos kilómetros sobre ella y llevarnos una primera impresión que les queremos compartir. Lo más destacado de esta nueva CB es sin duda alguna su diseño de última generación, que le da un aspecto bastante deportivo, acentuado por las robustas barras invertidas en tono dorado y por esa farola de mirada intimidante, con tecnología Led que le da un toque de exclusividad, lo mismo puede decirse de su motor dotado de inyección electrónica, un detalle que se percibe en la suavidad de funcionamiento, en la manera como acelera progresivamente y en un consumo de combustible bastante bajo, que nos dio promedios superiores a 160km/g durante la ruta que hicimos con ella.
Entre gustos no hay disgustos, pero podemos atrevernos a decir que la Honda CB 190R es una de las motos más bonitas del mercado en la gama de los 200cc, pero además es una gran compañera para todos los días, económica, eficiente y muy divertida en carretera.
Al ver sus formas uno pensaría que se trata de una moto más rápida de lo que en realidad es, pues su motor que entrega 15,8 caballos no es el que más corra o acelere, pero sí tiene la capacidad de mover muy bien la moto en ciudad o en carretera y ante todo destaca por su suavidad, también se destaca la caja de gran precisión, así como los frenos que son excelentes y lo mismo puede decirse del chasis y suspensiones, las cuales brindan una estabilidad de verdadera deportiva.
La calidad de los frenos, equipados con discos lobulados en ambas ruedas, es intachable y lo mismo puede decirse de sus acabados, donde el diseño se lleva todos los puntos.
También es de destacar en la Honda CB 190R, su faro con luz Led y la suspensión delantera con barras invertidas.
La posición de manejo es deportiva sin ser incómoda, aunque la silla nos pareció algo dura y con una forma que limita un poco la posibilidad de moverse en ella, el pasajero tiene un buen asiento donde va relajado, pero carece de asas para sujetarse. En la ciudad se mueve muy bien, es ágil y muy maniobrable, una moto deliciosa para ir de un lugar a otro y en carretera si sabemos aprovechar la potencia y las excelentes virtudes de la ciclística y los frenos seguro que lo vamos a pasar muy bien, especialmente cuando haya bastantes curvas, que es donde mejor se desempeña y al parar a tomar algo será igualmente placentero parquearla donde podamos disfrutar de su hermoso diseño, algo en lo que no tiene rival. DM