Nunca antes en Colombia, una revista especializada en motociclismo, había realizado una prueba como esta, primero porque ninguna revista ha tenido la continuidad necesaria para afrontar un reto de este tipo y segundo por que no es fácil medirse a probar una máquina a lo largo de 20.000 km, donde cualquier cosa puede suceder. Al final estamos más que satisfechos, no sólo logramos nuestro propósito, sino que además contamos con una máquina que siempre estuvo a la altura, demostrando una calidad y una solidez a toda prueba.
Un buen balance
En un comienzo teníamos previsto hacer el recorrido en un año, pero al final tardamos 14 meses, tiempo suficiente para comprobar el desempeño de todos los componentes de la moto, desde el motor hasta la calidad de la pintura, pasando por los frenos, las suspensiones, el sistema eléctrico, los empaques, los rodamientos, las guayas, los comandos, etc.
“La Polla” como fue bautizada, nos llevo por medio país, sin un solo problema, ni siquiera un pinchazo y muchas veces haciendo jornadas de todo un día, inclusive soportando terrenos para los que no fue diseñada y pasando del calor más intenso al frío entumecedor de nuestras montañas. La lista de lugares que visitó fueron muchos, Estuvo en Bucaramanga, recorriendo sus parques, se dio gusto en las rectas del Magdalena medio, donde podía rodar tranquilamente a 160 km/h, que ya son palabras mayores. Disfruto coqueteando con las curvas y los precipicios del majestuoso Cañón del Chicamocha, sufrió el insoportable calor de Valledupar y conoció las playas de Coveñas junto a la corrosiva brisa del Caribe. También se dio el gusto de pasear por toda la zona cafetera, viviendo de cerca la tragedia del Quindío, donde estuvo a los pocos días del terremoto. Recorrió Antioquia de punta a punta y paso muchas horas metida entre el tráfico de Medellín, soportando el trajín de las congestiones y demostrando que era capaz de funcionar impecablemente en casi cualquier condición, incluso enfrento el reto de rodar en el autódromo de Tocancipá, donde saco a relucir su talante deportivo, soportando por más de 350 kilómetros, un trato muy fuerte donde llevamos su motor al límite y exigimos al máximo frenos, chasis y suspensiones. En pocas palabras nuestra “Polla” pasó una verdadera Súper Prueba.
La Polla en cifras
Aparte del desempeño de la moto, también estuvimos siguiendo de cerca el costo de operación, donde tuvimos en cuenta todo lo que la máquina necesitó para llevar a cabo los 20.000 km. Contabilizamos gasolina, aceite, filtros, llantas, frenos, mano de obra por mantenimiento y al final estos fueron los resultados.
En principio hay que aclarar que la moto no necesitó ningún repuesto, fuera de los elementos de desgaste normales, salvo un retrovisor que se rompió en una caída estando parqueada y que obviamente no incluimos en los costos.
247 galones de gasolina extra se consumieron durante la prueba, que en pesos fueron $753.000, para un promedio de 80.9 kilómetros recorridos por cada galón. Además necesitó un juego de llantas, que al momento de terminar la prueba estaban a media vida. Gasto 2 juegos de pastas de freno traseras y las originales delanteras que duraron hasta el final. Se colocaron 4 filtros de aceite, un filtro de aire y 14 cuartos de aceite; todo esto sumado, más las cuentas por mantenimiento y el valor de la gasolina dan un total de $1’235.000, con lo cual cada kilómetro tuvo un costo de 61 pesos. Para que se hagan una idea más clara, ir de Medellín a Cali en una GS 500, que son aproximadamente 450 km cuesta $27.450, mientras que en carro los solos peajes valen $24.500, y en un bus de lujo el pasaje cuesta $35.000 por persona. Como pueden ver en el aspecto económico la GS 500 también paso la prueba, demostrando que a pesar de su cilindrada no resulta una máquina costosa de mantener.
Sin ninguna sorpresa
Como era de esperarse, al abrir el motor no encontramos ninguna sorpresa desagradable, todo se encontraba en perfecto estado, lo único preocupante fue la gran cantidad de carbón que estaba depositado en las cabezas de los pistones, en las cámaras de combustión, y en las válvulas. Estos residuos resultan de una mala combustión, que en la mayoría de los casos se da durante los desplazamientos cortos, donde el motor no logra alcanzar la temperatura adecuada, esto es normal en el manejo diario en ciudad y se agrava cuando no se mantiene el motor en su régimen de funcionamiento ideal, que en la GS 500 esta por encima de las 5.500 rpm, algo difícil en el tráfico lento de la ciudad. Por lo demás, encontramos un motor listo para hacer muchos miles de kilómetros sin ningún problema.
Antes de ensamblar se asentaron las válvulas, se limpió todo el carbón y se glacearon los cilindros, proceso mediante el cual se vuelve a dar la textura original al cilindro, usando una herramienta especial.
Los demás componentes se encontraban en buen estado. La pintura no presentaba corrosión, el chasis no mostraba síntomas de fatiga en ningún punto, como tampoco corrosión, los rines no mostraban deformaciones, a pesar de que se tragaron muchos huecos y las suspensiones estaban listas para continuar trabajando, sólo un bombillo del tablero había expirado.
En cuanto a los accesorios que probamos, todos nos dieron muestras de su calidad, tanto el manubrio de Alutek, como el de Custom Evolution, al igual que las barras protectoras del motor, también fabricadas por Custom Evolution, y las maletas laterales que produce Suzuki, las cuales nos fueron muy útiles en algunos viajes.
Antes de terminar queremos agradecer al centro de servicio Mototibe, donde se realizaron los diferentes servicios de mantenimiento, incluido el desensamble al final de la prueba, todo esto con el profesionalismo y la seriedad que los caracteriza. También queremos agradecer a Suzuki Motor de Colombia, por el apoyo y la confianza en este proyecto, siempre seguros de la calidad de sus productos. Agradecemos también a Alutek, a Custom Evolution, a DG Performance – Minicycle y a Terpel, empresas que de una u otra forma nos apoyaron a lo largo de esta prueba.
No nos queda más que decir, que la GS 500 ha demostrado con suficientes argumentos, que es una excelente moto, que por más que intentamos permanecer indiferentes ante ella, tratando de conservar la imparcialidad periodística; logro que fuéramos tomándole cariño.
Ahora como pueden ver en las páginas de este número, hemos comenzado una nueva aventura, esta vez con una máquina muy diferente, los invitamos desde ya para que no se la pierdan.
Opinión profesional
Como servicio autorizado Suzuki, es para MOTOTIBE algo especial hacer el trabajo final de revisión y desensamble de “La Polla”, para La Revista DE MOTOS.
Cumplidos los 20.000 km, se revisaron principalmente los componentes que mayor desgaste tienen en un motor. Como son: la cabeza de fuerza, el embrague, el sistema de tracción y además los frenos.
En la cabeza de fuerza todos los componentes se encontraban en perfecto estado, excepto por un ligero brillo en los cilindros y pistones, no como defecto de fabrica, sino causado por la conducción. Estos brillos se crean por conducir en cambios altos a bajas revoluciones; también notamos un poco de carbón en las cabezas de los pistones y en las cámaras de combustión, generado por el pare y arranque a poca velocidad, en la ciudad. El embrague y sistema de tracción el asentamiento de discos y piñones es normal y no presentan síntomas de desgaste prematuro. En cuanto a los frenos, las pastas presentaban un desgaste normal y los discos no mostraban escala, debido al uso de pastas de buena calidad, no recalzadas.
Sugerencias para los propietarios:
Tenga en cuenta que el motor de la GS 500 no es un motor de torque, estos motores se comportan bien si son bien conducidos, en la GS notamos buena respuesta a partir de las 3.800 rpm, pero dependiendo del cambio en que se transite y de las condiciones del terreno, se deben aumentar las revoluciones.
La moto viene equipada con sexta, pero en nuestro territorio no es funcional, debido a que este cambio es una sobre marcha, para rectas planas demasiado largas. Para un mejor desempeño en montaña sólo use hasta quinta y notara que la moto es más rápida y tiene mejor respuesta.
Es importante revisar semanalmente la presión de aire en las llantas (35 lbs. Del. 42 Tra).
Es recomendable cambiar el filtro de aire cada 12.000 km y no lavarlo ni rebobinarlo.
Se deben seguir las tablas de mantenimiento que aparecen en el manual del propietario.
Es importante cambiar el líquido de frenos, totalmente, cada año.
Una buena sugerencia es levantar la silla y revisar que la manguera de gases que sale de la batería no este obstruida por el cableado del sistema eléctrico, si lo está, consulte en un centro de servicio autorizado para corregir esta anomalía.
Ing. Tiberio Jaramillo L.
En la culata encontramos bastante carbón, al igual que en las válvulas y en los conductos de escape, esto se debe a una combustión íneficiente, que se da en frio o a bajas rpm.
La diferencia en el color de las válvulas de escape, puede ser por los boquereles, diferentes en cada carburador.
Pistones y anillos se encontraban en perfecto estado y no presentaban sintomas de desgaste importante o perdidas de compresión. Aunque también mostraban una gruesa capa de carbón y algo de brillo por conducción a bajas rpm.
No encontramos ningún síntoma de desgaste o mala lubricación en los casquetes que sujetan el arbol de levas.
Ambos ejes de levas se encontraban como nuevos, dando muestras de la buena lubricación y de la excelente calidad de estos componentes y en general de todo el motor.
Análisis de los aceites
Los análisis de laboratorio realizados al aceite, mostraron un contenido elevado de residuos metálicos, sintoma de que el lubricante no estaba cumpliendo al 100% su función.
Las conclusiones y recomendaciones de los ingenieros, especialistas en aceites, fueron las siguientes:
1. El aceite Rimula X, que Suzuki recomienda esta formulado para motores diesel y no para motores a gasolina. El aceite indicado es un multigrado 20W40 para motores a gasolina tipo SE, SF, SH, SJ, como aparece en el manual de la moto.
2. El manual recomienda cambiar el aceite cada 6.000km, lo ideal es hacerlo cada 4.000 km aprox. pues el motor de la GS, al ser refrigerado por aire, degrada el aceite por la alta temperatura que mantiene.
3. En el caso de «La Polla» el consumo de aceite fue en promedio de 500cc. entre cambios. Según los especialistas, es normal que la moto presente un consumo leve de aceite, el cual debe aumentar cuando se realizan viajes largos o en manejo constante a altas revoluciones. El consumo es preocupante cuando supera 1/4 cada 3.000 km.
Los pasadores de pistón se encontraban bien para tener 20.000 km, aunque mostraban unas franjas amarillosas, que son un claro indicio de un exceso de temperatura.
Cadena, sprocket y piñón de salida (en la foto), mostraban algo de desgaste, pero con buena lubricación pueden durar otros 10.000 km fácilmente.
Los cilindros se encontraban muy bien, aunque con algunos sintomas de que el motor se trabajo a pocas rpm. El
filtro de aire no dejo pasar ni pizca de polvo.
Este era el estado de las bujias al destapar el motor, el tono marrón indica que la combustión era adecuada, aunque el carbón que encontramos dice otra cosa.
Texto y Fotos: Juan C. Posada.
Edición 15
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