Hace poco recibimos una invitación de la compañía Tronex, para probar un scooter eléctrico, único en nuestro país, que llego como vehículo de demostración y promoción de la tecnología con que cuentan las baterías recargables GP que esta empresa distribuye en Colombia.
De inmediato aceptamos la invitación, movidos ante todo por la curiosidad y el día señalado llegamos cumplidos a la cita esperando encontrar algo más parecido a un juguete que a una moto, pero la sorpresa fue grande al ver que se trataba de una máquina de aspecto y dimensiones similares a las de cualquier scooter de 100cc.
Su fabricante es la firma Shang Wei de Taiwán, una de las pioneras en el desarrollo de esta clase de vehículos, que por cierto no tienen nada que envidiarle a cualquier otro scooter, salvo por su diseño que se ve algo extraño debido al espacio que ocupan las baterías en la parte baja.
Las cuatro baterías de níkel metal van alojadas en la parte inferior.
Con seis horas de carga conectado a una toma de 220 voltios, las cuatro baterías GP de níkel metal de 12V y 40 amperios, quedan listas para rodar cerca de 80km en condiciones normales. Al girar la llave se sienten sonar varios pitos que indican que la máquina ya esta prendida y al accionar el acelerador la moto arranca con fuerza en el más absoluto silencio, lo que en principio resulta desconcertante y a la vez muy agradable. Su aceleración es muy buena al igual que su capacidad de ascenso, incluso con pasajero y la velocidad máxima es de 60km/h, además se tiene la ventaja de que en los descensos al soltar el acelerador el motor se convierte en un generador que recarga las baterías, pero hay otras ventajas, como la ausencia total de vibraciones, un motor libre de mantenimiento y la mejor es que no pierde potencia con la altura.
El único sonido que produce a moverse es el de las llantas rozando con el asfalto.
Pensar en la posibilidad de tener un scooter de estos como solución de transporte en nuestro país todavía es algo lejano, primero por que el costo es altísimo en comparación con lo que cuesta uno de gasolina de similares características y segundo por que aquí todavía no tenemos ningún tipo de infraestructura que facilite su recarga en diferentes lugares. Por el contrario en países como Taiwán, donde ruedan millones de vehículos y la búsqueda de soluciones al problema de la contaminación es una preocupación real, el gobierno ha venido incentivando la producción y el uso de este tipo de aparatos, inclusive dentro de muchos parqueaderos, en edificios y centros comerciales ya existen zonas donde se tienen dispensadores de energía especialmente diseñados para dejarlos cargando mientras uno hace las compras, va al cine o realiza cualquier otra actividad, de esta manera se convierten en un medio de transporte muy eficiente y agradable para transportarse a diario sin contaminar el ambiente, algo que no caería nada mal en nuestras ciudades.
Al lado izquierdo dell tablero se puede ver el indicador de carga, que se asemeja a un medidor de gasolina.
El motor no requiere ningún tipo de mantenimiento.
La GP Electric llegó al país como vehículo de demostración.
Edición 42
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