Un día cualquiera Liam M’cabe estaba en su casa, en Belfast, Irlanda del Norte, cuando se le cruzo por la mente la idea de hacer un viaje a la India en moto, sin pensarlo dos veces tomo el teléfono y emocionado llamó a su novia al trabajo para contarle lo que haría, lógicamente a ella la noticia le cayo como un baldado de agua fría y en vano trato de convencerlo de que todo eso era un locura, pero él no había terminado de colgar el teléfono cuando pensó “de la India puedo seguir a Australia y allí trabajar un tiempo”, entonces marcó de nuevo a su novia, pero antes de que le contestaran y temiendo su reacción, colgó nuevamente y se dijo a si mismo “esto es mejor contárselo cuando este en la India”. Pero de su cabeza seguían brotando ideas y de inmediato se le ocurrió que Australia estaba al otro lado del mundo y que era igual seguir avanzando que devolverse, entonces por que no cruzar a América y acabar de darle la vuelta al mundo, sin duda era un plan perfecto, pero esto se lo contaría en Australia.
Liam M’cabe y su África Twin llevan más de 3 años y 100.000km conociendo el mundo. Lo que empezó como un paseo a la India, se convirtió en un viaje por todo el mundo
Cuatro meses después, Liam ya había vendido todas sus pertenencias, incluida la Honda Transalp con la que trabajaba de mensajero en su ciudad y se alistaba a salir sobre una África Twin de segunda mano, que preparó para el viaje. Siguiendo sus planes cruzó Europa rápidamente avanzando hacia el oriente, pasando por Francia, Italia, Grecia, Turquía, Irán, Pakistán y finalmente llegó hasta la India, país que recorrió sin ninguna prisa durante seis meses y que recuerda como uno de los más fantásticos lugares que ha podido conocer en su travesía, casi como un mundo salido de la ciencia ficción, una tierra de contrastes donde todo puede ser posible y donde siempre se sintió bien recibido.
La segunda etapa de su viaje lo llevó por los Himalaya, cruzando Nepal, Birmania, Tailandia, Vietnam, Camboya, Malasia y desde allí se embarcó a Australia, donde pasó la mayor parte del tiempo trabajando de cocinero y ahorrando para continuar con la tercera parte de su aventura, de la cual se enteró su novia mientras pasaba unos días con él durante unas vacaciones.
Su moto es una Honda África Twin que compró de segunda mano y vive muy orgulloso de ella
El siguiente destino de Liam y su África Twin, fue Nueva Zelanda y desde allí por vía marítima viajó su moto hasta Chile, mientras él lo hacía por aire. Su travesía por Suramérica comenzó en febrero de este año y su mayor preocupación era el idioma, pues al bajar del avión no hablaba ni una sola palabra de español, pero esto no fue un obstáculo y con un diccionario en mano siguió su viaje por el sur del continente, sumando kilómetros en todo tipo de carreteras a través de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador, desde donde pensaba llegar por vía fluvial al Brasil, para subir a Venezuela cruzando la gran sabana y de allí saltar a Panamá. Pero sus planes se vieron truncados cuando unos lancheros casi lo dejan tirado en medio de la selva, viéndose obligado a regresar a Quito y con la única opción de cruzar por Colombia, lo cual le generaba cierto temor.
Nosotros lo conocimos recientemente a su paso por Medellín, donde estuvo varios días recorriendo la ciudad, mientras decidía cual sería su ruta a seguir, pues deseaba conocer Cartagena y también Bogotá, pero sobretodo quería pasar por Honda, donde pensaba tomarse una foto junto a su moto Honda, de la cual se encontraba muy orgulloso y no dudaba en afirmar que era la moto más fina de todas y con un español que estaba mejorando nos decía “ si piensas dar la vuelta al mundo y no sabes nada de mecánica entonces debes ir en una Honda” y la verdad es que después de tres años de viaje y más de 100.000km su moto se encontraba en muy buen estado.
Liam viaja sin ningún tipo de afán y sin rumbo fijo, al mejor estilo de los verdaderos aventureros
En dos maletas de aluminio y en varios paquetes que acomoda sobre la parrilla viajan todas sus pertenencias y nos aseguraba que ya es capaz de armar su campamento con los ojos cerrados y en menos de una hora estar listo para disfrutar de una cena que el mismo prepara en un pequeño fogón de gasolina, logrando economizar dinero.
En la carretera no lleva afanes y tampoco un destino fijo, él simplemente se deja llevar por sus instintos o por las recomendaciones que recibe a medida que avanza y de esa manera va haciendo su viaje.
Liam desembarcó enChile sin saber nada de español y a su paso por Colombia ya se defendía muy bien
Actualmente Liam avanza por Centroamérica y su objetivo es llegar para la navidad a Cancún, en Méjico donde se encontrará nuevamente con su novia y tendrá unas pequeñas vacaciones si es que cabe el termino. Luego seguirá hacia el norte, tratando de llegar a Nueva York en marzo del próximo año, donde se embarcará hacia un puerto de Europa, buscando el camino que lo lleve a casa.
Texto y fotos: Juan C. Posada
Edición 37
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