No podemos negar que sentíamos mucha curiosidad de subirnos a la BMW G31o R, una moto que ha generado bastante expectativa en todo el mundo, por eso compartimos nuestra prueba de manejo.
Cuando BMW anunció hace unos años que le apostaría al mercado de motos “pequeñas” tomó a muchos por sorpresa, pero después de rodar un par de días con su primera creación de este tipo, debemos decir que la apuesta es bien interesante.
La G 310R no es la moto híper tecnológica que algunos pudieran pensar, considerando su origen, de hecho es una moto bastante normal para todos los días, con detalles técnicos poco usuales, como la disposición de su motor con la admisión por el frente, pero manteniéndose en una línea de diseño y de desempeño muy acorde a lo que se puede encontrar en modelos similares de otros fabricantes y orígenes.
Claro que la idea de BMW tampoco era hacer una moto más. Llevar el sello de la casa alemana implica un nivel de acabados, de diseño y características que marquen diferencia, para notarlo basta tomarse unos minutos observando en detalle esta “roadster” y no será difícil ver que se esmeraron en ello. La calidad se aprecia en la pintura, en el ensamble de cada pieza, en sus plásticos, en las formas de muchos de sus componentes, donde es evidente que el objetivo no era ahorrar, hasta la tornillería deja ver un nivel superior y todo ello justifica un precio que ronda los 20 millones.
Su corazón es un monocilíndrico de 313cc, con caja de seis marchas, refrigerado por líquido y alimentado por inyección electrónica, que entrega 34 caballos a 9.500rpm y 28Nm de torque a 7.500rpm y que tiene la particularidad, como dijimos antes, de que su cilindro está dispuesto de manera tal que la admisión va por el frente y el escape por la parte trasera, una configuración que le da un toque de exclusividad y que en teoría es más eficiente que la disposición convencional por la manera como fluyen los gases, sin embargo son muy escasas las motos que la utilizan.
El equipamiento de la 310 incluye suspensión delantera con barras invertidas de 41mm de diámetro, que visualmente se destacan y aportan mucho al “look” deportivo de la moto; posee un hermoso basculante de aluminio, que es una de las piezas más bien logradas de toda la moto, para nuestro gusto, y que va conectado a un monoamortiguador, que también se destaca bastante a nivel visual y en el que se puede modificar la dureza del resorte, siendo el único ajuste que brindan las suspensiones. Los frenos son de disco en ambos ejes y como es normal en toda BMW, cuentan con un sistema antibloqueo (ABS), que es de gran ayuda en frenadas de emergencia y en superficies de poco agarre, además monta una pinza de 4 pistones, con anclaje radial, en la rueda delantera, que aplica todo su poder en un disco de 300mm y que se complementa con una mordaza de doble pistón y disco de 240mm de diámetro en el eje trasero.
El cuadro de instrumentos es una pantalla digital, que además de brindar toda la información básica, tal como velocidad, revoluciones, temperatura, nivel de combustible, reloj, marcha engranada y kilometraje, también ofrece datos relativos al consumo de combustible, promedios de velocidad, rango de alcance y tiempos de viaje, información que nunca estará de más, en especial para los que quieren llevar un control detallado de su moto y de cada rodada.
No podemos negar que sentíamos mucha curiosidad de subirnos a esta moto que ha generado bastante expectativa, así como su hermana doble propósito, la G 310GS, que recientemente fue presentada en Colombia durante el encuentro nacional de BMW en el eje cafetero, pero eso ya es otra historia, volviendo a la G 310, la primera sensación fue la de estar encima de una moto muy fácil y amigable para pilotos de todo tipo y talla, de una suavidad destacable y en especial muy cómoda, su asiento es una delicia, con un tamaño y forma muy acertados para quienes quieran rodar largo en ella.
Nuestra prueba arrancó en ciudad, donde inmediatamente sentimos el buen torque de su motor, que desde muy pocas revoluciones acelera sabroso, algo que no esperábamos, pues nos imaginábamos un propulsor más dormido en baja, pero le acertaron al darle una respuesta ideal para desenvolverse en el tráfico, donde se mueve demasiado bien sin necesidad de ir bajando marchas todo el tiempo, con una capacidad de recuperación que no es normal en motores actuales de este tipo y eso le suma puntos en este entorno, donde también destaca por su agilidad y por mantenerse muy fresca. Su motor no despide nada de calor por más lento que nos movamos, y esto se agradece en las horas pico.
Aunque muchos la tendrán como su medio ideal de transporte diario, su espacio no está limitado a la urbe, por el contrario, como buena “roadster” que es, la carretera es el lugar donde más se disfruta. Cuando se llegó el momento de tener un buen tramo de montaña frente a nosotros, la 310 se convirtió en una devoradora de curvas muy eficiente, trazando cada giro con una facilidad tal que es casi como si nos leyera el pensamiento. Las suspensiones y los frenos están en el punto ideal, las primeras no son ni tan duras ni tan blandas, pero si lo necesario para transmitir mucha confianza cuando vamos a buen ritmo y al mismo tiempo convenientemente suaves para ir muy cómodos en todo tipo de suelos, y en cuanto a los segundos, basta una leve presión con uno o dos dedos de nuestra mano derecha para imprimir un ritmo de desaceleración que en conducción deportiva se disfruta mucho y que se complementa muy bien con el disco trasero. Y si a todo esto le sumamos un motor que sale con bríos desde abajo, que sube de revoluciones con ganas y que empuja muy sabroso por arriba de 7.000rpm, estirando hasta más de 10.000 vueltas con una velocidad final que ronda los 155km/h, el resultado garantiza buenos momentos.
La más pequeña de la familia “roadster” de BMW claramente no viene a competir por ser la más rápida ni la más deportiva, pero sí puede ser la que más destaca cuando se piensa en una moto suficientemente divertida para salir a quemar un poco de adrenalina cada que nos provoque y al mismo tiempo demasiado práctica, cómoda y amigable para convertirse en esa amiga fiel de todos los días, que nos sacará sonrisas incluso en medio de las más horribles congestiones, sumando un bajo costo de mantenimiento y un toque de exclusividad, que nadie disgustarán. DM
Comentarios
– Tacto excelente del freno delantero.
– El consumo promedio fue de 117km/g.
– Buen detalle el recubrimiento en vinilo transparente que ayuda a evitar que se rayen los soportes de los posapiés.
– Para una moto de este nivel nos hubiera gustado que tuviera levas ajustables, luces de parqueo, gato central y recubrimiento de caucho en los posapiés del pasajero.