Cuando se piensa en un viaje de 45.000 km, cruzando 18 países en dos continentes, de inmediato se viene a la mente la imagen de una gran moto de turismo, preparada para cruzar por todo tipo de terrenos y capaz de recorrer grandes distancias en poco tiempo. Lo que uno nunca imagina, es encontrar a una pareja viajando tranquilamente en una pequeña moto de 90cc, desde Los Angeles, California, hasta Sao Pablo, Brasil.
Norio Takada es un ingeniero jubilado de Yamaha, que por muchos años estuvo trabajando en Brasil y en España, dedicado al desarrollo y diseño de motos. Debido a esto no sólo aprendió a hablar el español y el portugués, sino que además encontró gran atracción hacia la cultura latina. Por esto decidió emprender un viaje a través de 18 países latinoamericanos durante un año y medio, acompañado de su esposa Kazuko Takada, aficionada al motociclismo desde muy joven.
Esta es la «Cabina de mando» del Sr. Takada, como ven tiene de todo: reloj, estuche para la cámara, parlantes para la música, lapicero, manilares con calefacción, botiquín, jabón, cubremanos, pantalla, etc, etc. Con ella enfrentó la Aventura «Made in Japan»
En vez de optar por una moto todo terreno de gran cilindrada, que sería lo más lógico, el Sr. Takada decidió modificar una Yamaha T90N, una moto muy similar a la V80, pero de cuatro tiempos.
Al ver la moto se aprecia el excelente trabajo de preparación realizado por el Sr. Takada y que permite a esta pequeña moto convertirse en una confiable y cómoda moto para viajar. El tanque y la silla fueron desplazados hacia delante, para abrir el espacio que ocupan las maletas, las cuales van perfectamente colocadas en unos soportes fabricados en aluminio, además se aumentó la capacidad del tanque a dos galones buscando una mayor autonomía. La moto cuenta con doble pito, uno suave para la ciudad y otro especial para carretera, al igual que dos pequeñas exploradoras que sirven para hacer señales a los carros que vienen de frente.
Cada maleta ha sido perfectamente adaptada y la moto ha sido reforzada para soportar el peso extra.
La moto tiene bastantes detalles interesantes, como tanques auxiliares para agua y gasolina, tiene jabonera, muy útil en carretera, nos aseguraba el Sr. Takada; tiene instalación para música, gracias a un soporte especial para un walkman que se conecta a dos pequeños parlantes; tiene manilares con calefacción, especiales para las frías cumbres de los Andes; lleva reloj, lapicero, botiquín, caja de herramientas, impermeables y todo lo que uno pueda imaginar, pero en impecable orden, y cada cosa sujeta a la moto de forma ingeniosa.
Los Takada Ingresaron a Colombia por Maicao y después de recorrer parte de Venezuela, siguieron por Riohacha, Santa Marta, Cartagena, hasta llegar a Medellín. Según me comentaba el Sr. Takada, la velocidad máxima que alcanzan es de 55 a 60 km/h y en ascensos fuertes como el de Ventanas suben a un ritmo de 20 a 30 km/h según la pendiente. Pero esto no les preocupa para nada, es más, les encanta poder disfrutar al máximo del paisaje, poder parar y compartir con la gente y además todavía tienen más de un año por delante, según sus planes.
Con un galón de gasolina puede recorrer casi 200 km, esto se traduce en una autonomía superior a los 450 km con los tanques llenos.
El 26 de marzo reiniciaron su viaje hacia Ecuador y nosotros los acompañamos unos cuantos Kilómetros saliendo de Incolmotos – Yamaha en La Estrella, Antioquia, rumbo a Manizales, su siguiente parada.