Pulsar es el nombre con el que los astrónomos han bautizado a un tipo muy especial de estrella. Nuestra Pulsar, la protagonista de este Examen a Fondo es sin duda la máquina estrella de Bajaj en este momento.
Al pensar en la marca Bajaj, inmediatamente nos viene a la cabeza la idea de motos utilitarias, máquinas económicas y ante todo eficientes, como la Plus, la Legend o la Boxer, que no pretenden ser más que un confiable medio de transporte o una herramienta de trabajo, pero estamos seguros de que esa idea va a cambiar totalmente con la entrada en escena de la nueva Pulsar 180, una máquina que sin dejar de ser económica y eficiente como sus hermanas, se destaca por tener un carácter deportivo muy marcado, un impecable diseño que no deja a nadie indiferente y un delicioso motor que responde muy bien al acelerador.
La evolución de Bajaj en los últimos años ha sido sorprendente y de lo que conocimos a comienzos de los 90 cuando llegaron las primeras Plus a nuestro país a lo que es hoy por hoy este fabricante hindú, el salto ha sido impresionante, tanto a nivel tecnológico, como productivo y en diseño, pero esto no ha sido fruto de la casualidad, por el contrario es el resultado de un constante trabajo en el que dos de las piezas claves son, por una parte Kawasaki, que se encarga de aportar todo su conocimiento en ingeniería y desarrollo de motores, y del otro lado esta una reconocida firma italiana de diseño que esta a cargo de todo el desarrollo de los modelos y el fruto de esta alianza se hace más que evidente en la Pulsar.
Una carretera de montaña y ojalá con bastantes curvas es el lugar perfecto para disfrutar del carácter deportivo que esconde esta máquina.
Pero entremos de una vez en materia comenzando por dar un repaso a la parte técnica. Su motor es un monocilíndrico de cuatro tiempos refrigerado por aire, con eje de levas en la culata y dos válvulas. Se trata de un propulsor de diseño muy convencional que tiene una cilindrada de 178,6cc y que produce 15 caballos a 8.000 revoluciones por minuto. Este motor esta alimentado por un carburador Mikuni de diafragma y entre sus refinamientos se destaca la presencia de un eje balanceador que ayuda a reducir al máximo las vibraciones, también cuenta con un descompresor automático que facilita el encendido con el cranck y por supuesto dispone de arranque eléctrico, algo que ha dejado de ser un lujo, para convertirse en un elemento de norma en casi todas las motos.
El sistema eléctrico es de 12 voltios con batería convencional y la caja de cambios es de cinco velocidades con transmisión final por cadena, que es lo usual, pero con la ventaja de que encontramos un guardacadena completo, que mantiene el sistema alejado del polvo y del agua, no sólo alargando la duración y reduciendo el mantenimiento, sino también evitando que el aceite termine pegado a la rueda trasera.
La Pulsar goza de un poderoso faro tipo multifocal y de un diseño muy bien logrado en todos sus componentes, sus direccionales, sus espejos y por supuesto su tanque de líneas dinámicas y gran capacidad.
El chasis es un doble cuna de diseño convencional que se ve muy robusto y en el que el motor va montado sobre bujes de caucho para reducir aún más las vibraciones y para tener un funcionamiento mucho más suave y un menor desajuste de todos los componentes.
Hablando de diseño es evidente que la Pulsar es el fruto de muchas horas de cuidadoso estudio de cada una de sus formas y esto se puede ver en la continuidad de sus líneas que integran perfectamente los diferentes componentes con un estilo muy dinámico de aspecto deportivo, aunque sin dejar de lado la funcionalidad y la comodidad, es por eso que encontramos una suspensión delantera protegida por guardapolvos de caucho, un elemento que desde el punto de vista estético es muy cuestionable, pero que indiscutiblemente alarga la vida de este componente en zonas donde los caminos no son lo mejores, tal y como sucede en muchos lugares de nuestra geografía y lo mismo puede decirse del guardacadena o de las barras protectoras. Por otra parte nos parece curioso ver que la moto no tiene de donde sujetar un pulpo elástico para amarrar cualquier paquete en la silla, algo que por lo visto se les paso por alto a los diseñadores y que indiscutiblemente hace mucha falta.
Su diseño esta lleno de detalles agradables, para la muestra su tapa de gasolina.
No podemos cerrar este tema sin destacar el impecable acabado de casi todos sus componentes, con piezas muy bien logradas que conforman un conjunto sumamente bien presentado, en especial nos gustó mucho el diseño de los soportes de los posapies traseros, que siguen la línea dinámica que predomina en toda la moto; otra pieza muy llamativa es la tapa de la gasolina de estilo deportivo, pero también están los comandos, de los cuales hablaremos más adelante, las direccionales, el stop, los espejos, el mismo tablero y así podríamos seguir enumerando una larga lista de componentes que están a la altura de las mejores máquinas, inclusive el mismo diseño del motor se ve perfectamente integrado a la moto con unos acabados de primera y ni que decir de la manera como esta rematada la cola de la moto, o las tapas laterales y el tanque, todos perfectamente integrados con el asiento de dos niveles. En resumen la Pulsar goza de un diseño fresco y novedoso que atrapa miradas por donde quiera que pasa.
Aquí es importante aclarar que el color naranja que se aprecia en las fotos no se encuentra disponible, pues la moto que probamos fue pintada por su propietario. Los colores disponibles son: negro, azul, plata y rojo, siendo los tres últimos en pintura metalizada.
El tablero entrega toda la información necesaria, incluido un testigo para el gato lateral, un tacómetro electrónico y medidor de gasolina.
La hora de la verdad
Mirarla es una cosa y montarla otra muy diferente, la primera impresión que se percibe al subirse es la de estar sobre una moto grande, en esto influye bastante el voluminoso tanque en el que encajan las piernas perfectamente y también los 137 kilos que pesa en vacío, pero esto no le resta maniobrabilidad, con la ventaja de que no se necesita ser muy grande pare llegar al suelo con ambos pies. La posición de manejo es cómoda y relajada, con cierta tendencia deportiva, pero sin llegar a una postura forzada, por el contrario se tiene de inmediato la sensación de que todos los controles se encuentran en el lugar perfecto y esto brinda una gran confianza de inmediato.
Desde el primer contacto la Pulsar sorprende con su suavidad y poner en marcha el motor usando el cranck es tarea fácil gracias al descompresor automático, aunque el arranque eléctrico funciona de maravilla y sin duda es mucho más elegante que estar dando patadas. El sonido del motor es suave y el silenciador deja escapar un murmullo ronco que se apaga bastante bajo el casco integral, pero lo mejor es sentir la forma en que acelera el monocilíndrico, mientras vemos como la aguja del tacómetro se dispara buscando la línea roja que se encuentra a 9.000 revoluciones y a este mismo ritmo la moto acelera a medida que se traga los cinco cambios, que se encuentran muy juntos hasta cuarta, aprovechando muy bien la potencia del motor y con una quinta un poco más larga que permite mantener la moto a buena velocidad sin tener que llevar el motor a fondo. A propósito es notoria la suavidad del clutch y de la caja que se puede accionar usando el empeine o el talón según las preferencias de cada quien.
La parte trasera esta muy bien rematada, con una cola esbelta que le da un toque deportivo a la moto.
Los primeros kilómetros transcurrieron en medio del trafico de la ciudad y no tuvimos ningún problema para dejar atrás a todos los vehículos que nos encontramos, siendo además muy maniobrable a ritmo lento y a la hora de evadir las congestiones o de escurrirse entre los carros, pero el verdadero placer es salir de la ciudad y buscar una buena carretera, ojalá de montaña y con bastantes curvas para disfrutar al máximo la aceleración del monocilíndrico y aprovechar la impecable estabilidad, que sumada al excelente agarre de las llantas y al poder de los frenos permiten rodar a un ritmo muy fuerte, mucho más de lo que uno podría imaginarse, inclusive poniendo en aprietos a motos mucho más grandes y potentes en los tramos más difíciles donde las curvas se ponen complicadas y la Pulsar se deja llevar al límite con total aplomo y con la ventaja de que nunca se siente rozar nada con el suelo, por más que uno se incline.
En cuanto a velocidades, lo máximo que logramos fueron 125km/h en terreno plano con el motor a 8.500rpm en quinta y este ritmo lo conseguimos sin mucha dificultad. En tramos de montaña es posible llevarla entre 60 y 80km/h con pasajero y si vamos solos las cosas se ponen mucho más interesantes y quienes disfrutan con un manejo más deportivo tendrán una buena excusa para salir a quemar un poco de adrenalina de vez en cuando.
La Pulsar se desenvuelve muy bien con el peso extra del pasajero.
En cuanto a consumos y autonomía esta sobrada, el promedio que obtuvimos en la prueba fue de 135km por galón y a este ritmo los 4,75 galones que caben en el tanque deben alcanzar para más de 600km, suficiente para llegar de Medellín a Popayán sin necesidad de parar a tanquear.
Si nos subimos en el puesto del acompañante encontraremos una posición relajada, con las piernas bien apoyadas, con la posibilidad de sujetarnos del asa posterior y con la ventaja de ir un poco más arriba gracias al diseño del asiento de dos niveles, lo que permite una mejor visibilidad, lo único que se puede llegar a desear es un poco más de espuma, sobretodo en salidas largas, pues el asiento es algo justo en tamaño y acolchado.
En cuanto a frenos, como ya dijimos esta sobrada, con un poderoso disco delantero de 240mm mordido por una pinza de doble pistón, con el que se tiene potencia de sobra para detener la máquina en muy poco espacio, inclusive es bueno tenerle un poco de respeto mientras uno se acostumbra a su poder. Atrás se tiene un tambor que complementa muy bien al disco y en conjunto se tiene una capacidad de frenado muy buena, que permite salir bien librado en situaciones complicadas.
El monocilíndrico es suave, silencioso y responde muy bien al acelerador. Por otra parte se debe destacar su diseño, perfectamente integrado al resto de la moto y lo mismo se puede decir del cranck y los soportes de los tacos traseros.
Las suspensiones son confortables y suaves, pero a la vez se muestran muy adecuadas para el carácter deportivo de la moto y es a la hora de exigirlas al máximo cuando muestran sus virtudes, incluso con pasajero transmiten total confianza y en ningún momento llegamos a sentir que hicieran tope o movimientos extraños, ni siquiera en las peores curvas donde encontramos el asfalto lleno de rizados. Aquí se debe destacar también el diseño del basculante de la suspensión trasera construido con tubería de sección cuadrada que le da más rigidez a este elemento garantizando un optimo desempeño de la suspensión y en la suspensión delantera, bajo el guardabarro encontramos una robusta platina que amarra ambas botellas garantizando que trabajen alineadas en todo momento, evitando así movimientos extraños en la rueda.
En lo que respecta al tablero vemos que se han preocupado por dotar a la Pulsar de una completa instrumentación, muy bien presentada por cierto, que incluye tacómetro, velocímetro, cuenta kilómetros total y parcial, medidor de combustible y un testigo de seguridad que se enciende cuando el gato lateral se encuentra desplegado. Nos llamó bastante la atención que el tacómetro funciona mediante un sistema electrónico y no mecánico, obviando de esta manera la consabida guaya y además de esto gustó bastante la iluminación del tablero en una tonalidad verde que se ve muy bien en la noche. En cuanto a los comandos sólo notamos la ausencia de “run” para detener el motor en caso de emergencia, por lo demás nos parecieron muy completos, fáciles de usar y suaves, con luces de sobrepaso y el choque ubicado en el puño izquierdo. Por último están las luces, con un gran faro tipo multifocal, que alumbra bastante bien en altas y en bajas a pesar de que su bombillo no es halógeno.
El disco de 240mm con pinza de doble pistón se sobra en poder de frenado.
Mención especial merece el pito, o más bien los pitos, pues se trata de dos y sin exagerar son tan poderosos que da gusto ver las reacciones de los otros conductores cuando es necesario hacerles saber que ahí vamos nosotros.
Pulsar es el nombre con el que los astrónomos han bautizado a un tipo muy especial de estrella que emite pulsaciones de luz de gran intensidad. Nuestra Pulsar, la protagonista de este Examen a Fondo es sin duda la máquina estrella de Bajaj en este momento y después de haber tenido la oportunidad de hacer muchos kilómetros en ella, que por cierto disfrutamos bastante, podemos decir que tiene todo lo necesario para brillar intensamente en nuestro mercado.
Algo que es importante mencionar es que antes de tomar la decisión de sacarla al mercado, la Pulsar fue sometida a rigurosas pruebas por parte de Auteco que tomaron más de un año y que permitieron mejorar algunos aspectos para adaptarla lo mejor posible a nuestra topografía y a nuestras condiciones de uso y muchas veces de abuso. Pero además de sus cualidades como máquina también se debe tener en cuenta su precio y es que por menos de cinco millones (precio de introducción) que es menos de lo que cuestan motos similares de 125cc, se recibe bastante a cambio. En otras palabras la Pulsar es una opción perfecta para aquellos que siempre han deseado tener una máquina de buen desempeño, que supla las necesidades del uso diario y que los fines de semana se convierta en una devoradora de kilómetros en la que provoca apretar el acelerador y dejar que fluya un poco de adrenalina, como quien dice la moto deseada a un precio soñado.
No cabe duda que su diseño fue obra de italianos.
Texto y fotos: Juan C. Posada
Ficha técnica | Bajaj Pulsar 180 |
Motor Cilindrada Rel. compresión Potencia Max. Torque Max. Arranque Embrague Caja Susp. Del. Susp. Tra. Freno Del. Freno Tra. Peso vacío Capacidad tanque | Monocilíndrico 4T, OHC, 2 válvulas, refrigerado por aire 178.6 c.c. 9.5 : 1 14,75 HP a 8.000 rpm 13,2 Nm a 7.000 rpm Eléctrico y patada Multidisco en aceite 5 velocidades Telescópica Hidráulica Doble amortiguador ajustable en dureza Disco 240 mm Tambor 137 kg. (en seco) 18 Lt. (4.75 galones) |
Edición 42
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