El WSBK llegó a Imola, una pista donde Álvaro Bautista no había corrido antes, pero tenía en su bolsa 11 victorias lo que no fue suficiente para contener al piloto de Kawasaki Jonathan Rea, quien dominó las dos competencias que se pudieron disputar en la pista italiana.
Con pole de Chaz Davies comenzaba el día sábado, ante la multitud ducatista el piloto británico quería resarcir la deuda con su seguidores a lo largo del año, pero apenas se apagaban los semáforos el #7 parecía volver a ser un candidato para el primer puesto, pero la Ducati no estaba de acuerdo y dejó de funcionar, obligando a Davies a abandonar la carrera abriendo las puertas a un veloz Jonathan Rea que lideraba desde los primeros segundos y se quedaba en la punta hasta el final de la cita en Imola. Así lograba la victoria que le había sido esquiva desde el inicio del 2019 y compartía honores con Bautista y Toprak Razgatlioglu.
Este fue el podio de la carrera sabatina, con Rea, Bautista y Toprak.
El día domingo se llegó la hora de la Super Pole Race y allí nuevamente volvió a brillar el piloto de Kawasaki, dominando las 10 vueltas y volviendo al podio en lo más alto con ambas Ducati como compañeras de la terna, Davies en segundo y Bautista como tercero.
He ganado en Imola, porque el piloto marca la diferencia (Rea).
A medida que pasaban las horas el clima en Imola afectaba las condiciones de la pista italiana, algunos de los pilotos se oponían a salir de nuevo al asfalto, entre ellos Bautista, mientras otros estaban de acuerdo con hacer la segunda carrera, liderados por Rea. Finalmente la carrera no se efectuó y esto generó malestar entre algunos, pero tranquilidad entre los demás.
Rea volvió a sonreír y lo hizo por partida doble, a pesar de sus comentarios ácidos sobre la diferencia que implica ganar en Imola, el piloto británico se llevó importantes puntos en la cita italiana.
Hoy el WSBK sigue liderado por Bautista con 263 puntos, seguido por Jonathan Rea con 220 y Alex Lowes con 140.
El que no pasó para nada un buen momento en Imola fue el irlandés Eugene Laverty, quien el la primera práctica libre sufrió una fea caída que lo obligó a salir del circuito en una ambulancia, dado que sufrió múltiples fracturas en sus dos muñecas, por tal motivo el piloto viajó a Barcelona para ser intervenido por el Dr. Xavier Mir.