Tomás Escobar Giraldo, heredó de sus padres la pasión por las dos ruedas, pero a su corta edad (4 años) su sueño no tiene un motor que lo impulse y es por eso que la bici es lo que lo llena de felicidad.
Por eso su meta está puesta en el Mundial de Strider Bikes, esas pequeñas bicis que sin pedales se han robado el corazón de los más chicos y cuya revolución en el mercado ha llegado al punto de tener un campeonato de talla internacional, es así como Tomás con tan solo 4 años, se enfocó en este objetivo haciendo una preparación física que incluyó fútbol y montar en bici, pero como la mayoría de los deportistas el principal obstáculo no estaba en los horarios de entrenamientos, ni en los sacrificios, estaba en la obtención de los recursos económicos para cubrir los gastos del viaje, así fue como sus padres hicieron subastas, rifas y consiguieron el apoyo de algunas empresas para poder viajar este martes 26 de julio rumbo a San Francisco, California, donde este pequeño representará a su país en un deporte que es el inicio de las nuevas figuras del ciclismo.
Tomás ha estado en el mundo de las carreras desde antes de nacer y es así como los grandes de la velocidad lo han «adoptado» en su mundo, aquí lo vemos con Esteban López «El Pollo» y Tomás Puerta.
Para quienes se mueven en el mundo del motociclismo deportivo, Tomás ha estado desde antes de nacer vinculado al mundo de las dos ruedas, sus padres han sido amantes de las motos y en especial su papá Yimmy Escobar, quien corre en diferentes modalidades deportivas y participó en competencias departamentales y nacionales, pues ahora ha sido el momento de entregar el testimonio a su hijo que como bien dice el refrán «hijo de tigre, sale pintado».
Su padre ha sido un apasionado por las motos y ha competido en departamentales y nacionales, logrando podios y títulos. Aquí vemos por qué «hijo de tigre, sale pintado».
Le deseamos éxitos a este pequeño deportista en su aventura y que deje claro a los que encuentran obstáculos para no cumplir sus sueños, que si se quiere se puede.
La bici de pedales es otra de sus pasiones.
Pero Tomás no sólo monta en bici, también aprende de mecánica con los grandes, aquí con Santiago Arteaga, mecánico de Yonny Hernández en el Mundial de Velocidad.