Una vez más volvemos al pasado y esta vez con un protagonista que es admirado por muchos en Colombia y en el exterior, Tomás Puerta.
Esta historia comenzó en el 2008, año en que Tomás viajó a Estados Unidos para ser parte de una copa monomarca internacional, de nombre Red Bull Rookies.
Así recordamos un momento que quizás pudo pasar desapercibido para muchos, pero que abrió las puertas a pilotos colombianos que luego siguieron los pasos de «Tomy».
Allí también estaba Martín Cárdenas, otro referente del motociclismo de velocidad en nuestro país.
Este especial fue publicado en la edición #82, de Agosto de 2008, esperamos lo disfruten como lo hicimos en su momento.
Especial Laguna Seca
El año pasado, mientras disfrutábamos viendo una de las válidas de MotoGP por ESPN, escuchamos a los comentaristas hablar de la Red Bull Rookies Cup, un certamen que convocaba a pilotos de todo el continente, que tuvieran entre 13 y 16 años, a participar en unas pruebas eliminatorias, de donde escogerían 24 pilotos quienes tendrían un cupo para correr todo un campeonato este año sobre motos KTM 125, en igualdad de condiciones, y como si eso fuera poco, tendrían la posibilidad de correr algunas válidas compartiendo pista con el mundial de velocidad, tanto en Estados Unidos como en Europa, siendo sin duda alguna la mejor escuela y a la vez plataforma de lanzamiento para los nuevos talentos.
Desde el mismo momento en que nos enteramos de esto pensamos en Tomás Puerta, un talentoso joven que hacía poco había pasado del motocross a la velocidad logrando excelentes resultados, prueba de ello eran los tres títulos nacionales que ya sumaba en esta modalidad con apenas 14 años y en las categorías más reñidas (150 y 200cc aire). Esa misma semana contactamos a su padre, “El Flaco” Carlos David Puerta, quien por cierto es muy conocido en el mundo de las motos, no solo por sus logros como piloto y por los de su hijo, sino también por ser un excelente preparador de motos de 2 tiempos (tal vez el mejor que hay en Colombia) y por hacer las mejores pipetas y cámaras de alto desempeño para motos de calle y competencia con la marca CDP Factory. Quienes las usan o han corrido con ellas saben que no exageramos, “El Flaco” es toda una autoridad cuando se habla de estos temas, pero también le ha dedicado todo el empeño posible a su hijo para hacer de él un excelente piloto, siempre con limitaciones presupuestales, pero esto se ve compensado con las ganas, la dedicación y el amor que todos en la familia le ponen a esto, sacrificando muchas cosas para poder estar en las pistas con lo necesario para correr, no precisamente con las motos último modelo o con las mejores piezas importadas, pero si con una preparación mecánica impecable que le permite a Tomás mostrar todo su potencial en la pista, más allá de las carreras de chequera que tristemente son las que a veces se imponen en esto de los deportes a motor.
La ropa de «batalla» de la Copa Red Bull
Pero volviendo a la historia, “El Flaco” y Yanet (su esposa), aunque algo asustados por todo lo que esto podría implicar, decidieron intentarlo, de inmediato Daniel Velandia, quien era el redactor de pruebas de La Revista en ese momento (y ahora va rumbo a la India en una Pulsar) se puso en la tarea de contactar a los organizadores y diligenciar todos los formularios necesarios para que Tomás asistiera a las pruebas, en principio para correr en Europa, pero luego Red Bull decidió hacer un campeonato paralelo en Estados Unidos que correría junto al AMA (donde está Martín Cárdenas), lo cual facilitaba mucho las cosas, y lo más importante, reducía los costos de tiquetes y demás gastos de alimentación, transporte y hospedaje que es lo único que Red Bull no cubre. El resto del cuento ya muchos lo conocen, Tomás viajó con su padre a la pista de Barber, en Alabama y, tal como nosotros imaginábamos, fue elegido entre más de 600 aspirantes y en lo que va de este año ha corrido en 5 carreras, logrando muy buenos resultados, incluido un podio, a pesar de las limitaciones presupuestales que no le permiten tener todo tan fácil y sobretodo que le impiden subirse a una moto a entrenar entre carreras, algo que sus rivales si pueden hacer y de hecho hacen, lo cual le da más méritos todavía a lo conseguido hasta ahora por Tomás.
«Tomy» junto al profe, nada menos que el campeón mundial de 500 Kevin Schwantz
La pista soñada y más
Para mi era como un sueño estar en Laguna Seca, no solo una de las pistas más famosas del mundo, sino una de mis favoritas por esa inconfundible y espectacular curva en bajada que alguien acertadamente bautizó como el Sacacorchos, pero además tendría el placer de ver correr a “Tomy” que es como conocen a nuestro piloto en este lado del continente, pero más que ver competir a Tomás, nuestro objetivo era estar junto a él y su padre viviendo con ellos todo un fin de semana de carreras, queríamos estar tras bambalinas para sentir de cerca lo que es la Copa Red Bull y poder compartirlo con todos ustedes. Claro que además tendríamos la oportunidad de ver correr ese mismo fin de semana a Martín Cárdenas en la categoría Supersport 600 y como si todo esto fuera poco veríamos en acción las motos más veloces y tecnológicamente más avanzadas del mundo, nada menos que las máquinas de MotoGP, pero de eso les contaré más adelante.
Imagen de la salida de la Copa Red Bull con Tomás al frente. El Sacacorchos queda justo detrás del cerro que se ve a la derecha, desde allá arriba bajan las motos como por una montaña rusa
Laguna Seca es una pista de 3,6km, ubicada a pocos kilómetros de la costa pacífica en la península de Monterey, California, en una zona árida y montañosa que dibuja su trazado de subidas y bajadas, fue inaugurada en 1957 y en el 2005 se corrió allí la primera carrera de MotoGP, que marcó el regreso del Mundial de Velocidad a Estados Unidos y en la que ganó el local Nicky Hayden, quien repitió en 2006 y el año pasado Ducati y Stoner se adueñaron del Sacacorchos, curva que a propósito ha hecho famoso este trazado en todo el mundo, pero la verdad es que ni en televisión, ni en las fotos se aprecia realmente lo inclinada que es la bajada del Sacacorchos, hay que ir hasta allí y pararse en el lugar más alto de la pista para darse cuenta de cuan empinado es ese descenso, al que las motos llegan después de una larga subida, con los frenos a fondo a un punto totalmente ciego donde comienza esa especie de montaña rusa que desciende vertiginosamente, primero con un giro a la izquierda en el que la rueda delantera quiere seguir subiendo, para de inmediato cambiar hacia la derecha, ya en plena bajada, donde se han dado algunas de las pasadas más famosas de la historia, como aquella que inmortalizó a Alex Zanardi en la Fórmula Indi por allá en los noventas o la que Rossi le clavara a Stoner este mismo fin de semana cruzando por encima de la tierra, solo minutos después de que concluyera la segunda carrera de Tomás. Luego sigue una pequeña recta en pleno descenso que conduce a la curva Rainey (bautizada así como homenaje al tres veces campeón mundial de 500 Wayne Rainey), un giro a la izquierda considerado como el más difícil de toda la pista, porque a él se llega muy rápido (todavía bajando) y para aprovecharlo al máximo y sacar “buenos tiempos” solo se deben acariciar un poco los frenos, algo nada fácil considerando que en medio del giro el peralte se vuelve contrario y la moto quiere irse hacia fuera, pero contra todo sentido de supervivencia, los buenos pilotos (los cojonudos como le decían a Tomás algunos mexicanos) no sueltan el acelerador y confían ciegamente en que la rueda delantera siga aferrada al piso, aunque se sienta como ésta se va deslizando hacia el exterior.
Tomy listo para superar a Toriano Wilson
No hay mal que por bien…
El lunes 14 de julio llegamos a San Francisco, Tomás y su padre desde Indianápolis, donde han estado hospedados en casa de un amigo por varios meses debido a que el poco presupuesto del que disponen no les permite regresar al país después de cada carrera, y yo desde Colombia. Allí nos encontramos con John, un amigo del Flaco (otro enfermo de las motos y padre de Santiago Betancourt, un gran talento del motocross que ha logrado varios títulos en campeonatos de California) quien nos daría hospedaje en su casa en San José a dos horas de la pista. La verdad es que lo más lógico hubiera sido quedarse en un hotel en Monterey para evitarle a Tomás el cansancio extra de 4 horas de viaje diarias y el madrugón a las 3:30am todos los días para evadir las congestiones y llegar a tiempo, pero de nuevo el tema dinero impedía pagar los casi 400 dólares que costaba el más barato de los hoteles durante esos días de carrera, pero a cambio fuimos recibidos con gran calidez por esta familia que nos trató como si fuéramos amigos de toda la vida. Desde estas páginas aprovecho para darles el más sincero agradecimiento por lo bien que nos trataron y sobretodo por la ayuda que le han brindado a Tomás en varias oportunidades, poniendo a su disposición casa, carro y todo lo que tienen para tratar de ayudarle a este joven piloto que tristemente no ha logrado que ninguna empresa en Colombia lo apoye a pesar de haber tocado puertas por todas partes. Claro que algunos si le han dado la mano en la medida de sus posibilidades, como Lleras Bike, Estopa Motos, Indeportes Antioquia, Asteroides y Meteoritos Ltda. y algunos amigos y particulares, así granito a granito padre e hijo se han podido defender con lo justo para llegar a todas las pistas, muchas veces manejando días y noches enteras para ahorrar en hoteles y buscando por todos lados la máxima economía, son cosas que muchos no saben y que nosotros pudimos vivir de cerca durante esos días, pero eso mismo ha hecho de este joven una persona disciplinada, responsable y que tiene sus objetivos claros, un piloto que conquista a la gente por su sencillez y que se gana el respeto en la pista por su persistencia y por tener un coraje y una consistencia que ya todos reconocen, incluidos pilotos de la talla de Kevin Schwantz.
Randy Mamola y uno de sus pasajeros en la MotoGP2.
Cinco días de emociones
Nuestro fin de semana de carreras en realidad fueron 5 días, pues desde el miércoles estuvimos metidos en la pista, ese día haciendo un reconocimiento visual del trazado (en el que Tomás ya había practicado a finales de febrero), pero sobretodo conociendo la mejor ruta para llegar hasta allí sin perdernos y el tiempo aproximado que tardaríamos, para de esa forma planificar cual sería el itinerario a seguir los próximos días.
Martín concentrado antes de salir a la pista.
El jueves a las 3:30am ya estábamos en pie y media hora más tarde salíamos rumbo a la pista, pues la idea era estar allí a las 6 en punto, hora en que abrían las puertas, para ingresar de primeros y evitar las congestiones que seguramente se iban a formar luego, ese día los pilotos de la Red Bull tenían un evento, mientras todos los equipos terminaban de armar el circo, pero más allá de esto ninguna moto pisó la pista, salvo algunos scooters en los que se podían identificar los rostros de los pilotos del mundial, quienes aprovecharon esa tarde para reconocer la pista antes de las primeras practicas del viernes, sin importarles que todavía estuvieran por ahí montacargas, grúas y personal de logística dando los últimos toques al trazado. Pero ni Tomás, ni ninguno de sus compañeros podían darse ese lujo, de hecho la organización les tiene prohibido, mientras estén en la pista, subirse a otra moto diferente a la KTM con la que compiten. Pero esto no aplicaba para quien esto escribe y aprovechando que habíamos llevado una pequeña Honda XR 50 (por cortesía de nuestro anfitrión), que sería mi medio de transporte dentro de la pista, me di el gusto de salir a rodar junto a Rossi y compañía, haciendo mi propio reconocimiento del trazado. Lástima que mi montura, a pesar de estar envenenada con un kit de 90cc, no diera más de 50km/h, pero de todas maneras pude ver lo difícil que es la pista desde la misma perspectiva que tienen los pilotos y sobretodo comprobar lo empinado y complicado que es el descenso del Sacacorchos.
En estos dos espectaculares camiones se mueve todo el circo de Red Bull.
Las motos viajan como si fuera un «six pack», listas para usar.
Desde las primeras prácticas del viernes en la mañana (que se corrieron con bastante frío y una densa capa de neblina) Tomás estuvo muy bien, pero algunos consejos que le dio Kevin Schwantz sobre la forma como debía tomar la curva Rainey le permitieron mejorar mucho más y meterse entre los más rápidos, de hecho en las clasificaciones para la carrera del sábado estuvo punteando hasta la última vuelta cuando el argentino Leandro Mercado logró quedarse con la pole por muy poco, y es que se me había olvidado contarles que ese fin de semana la Copa Red Bull no correría una sino dos veces, primero el sábado y luego el domingo, ó sea que la puntuación sería doble y el espectáculo también.
Ese mismo día vimos entrenar y clasificar a Martín con una moto que distaba mucho de estar en su mejor punto y por lo mismo los tiempos no fueron los mejores, quedando relegado a la cuarta fila de salida para la carrera que se correría el sábado. Otras que se tomaron la pista el viernes con su impresionante rugido fueron las máquinas de MotoGP y desde el comienzo se hizo claro que Stoner tenía la moto más rápida, seguido por Rossi a casi un segundo de distancia.
La foto de rigor con el piloto y su padre antes de pisar este «templo» de la velocidad.
Con muy pocas horas de sueño comenzó el día sábado, pero las emociones de estar en Laguna Seca y algunas latas de Red Bull, bebida que abundaba en la espectacular carpa que acompaña a los pilotos de la Copa, hacían que el cansancio no se sintiera para nada. Tomás estaba muy motivado con sus buenos tiempos del día anterior y no veía la hora de estar montado en la moto, su primer turno para salir a la pista era a las 11:45 para cumplir con las clasificaciones para el domingo, lo mismo no podía decirse de Martín, quien estaba decepcionado con sus tiempos, pero sin embargo en el Warm UP lograba mejorarlos en más de medio segundo. Ese día ya había mucho más público en la pista y bastante gente se acercó hasta las carpas de Red Bull a presenciar la salida de los pilotos, quienes se forman unos minutos antes ordenadamente, todos con sus uniformes iguales y van calentando sus motores al unísono, produciendo una sinfonía a 2 tiempos y un aroma que invita a la gente a acercarse, sobretodo porque estas KTM 125 son las únicas motos de 2 tiempos que compiten en todo el fin de semana, y en Estados Unidos, como en casi todo el mundo hay culto por las motos de carreras de este tipo, sobretodo ahora que son cada vez más escasas.
El Sacacorchos es mágico y el público lo disfruta casi a borde de pista.
De nuevo Tomás se mostró muy consistente en toda la sesión, finalizando nuevamente en el segundo puesto a menos de 3 décimas del argentino Leandro Mercado y con el californiano Benny Solis muy cerca, siendo los únicos que estaban por debajo de un minuto 37 y con un promedio de velocidad por arriba de 135km/h, que comparado con los 157km/h del mejor promedio que marcó Valentino Rossi en la carrera del domingo, nos muestra que las KTM se mueven bastante rápido con sus 125cc.
Tomás y su padre siempre son los primeros en la pista, al que madruga…
El programa siguió con las clasificaciones de MotoGP, en las que Stoner pulverizaba todos los registros y sumaba su quinta pole consecutiva, dejando ver que posiblemente la carrera sería un recital del australiano en solitario, con la Ducati barriendo de punta a punta, pero más allá de esto la noticia era Pedrosa, quien debido al fuerte dolor en su mano izquierda decidía empacar maletas y regresar a casa a recuperarse de la lesión sufrida ocho días atrás en Alemania, y eso que el español ha demostrado ser muy fuerte para correr con graves lesiones, pero al final los pilotos también son seres humanos y siempre hay un limite en su capacidad para sobreponerse al dolor.
Cualquier moto es buena si se trata de darle una vuelta a Laguna Seca.
Las chicas de Repsol querían estar del lado de la ley.
Se acercaba la hora de la primera carrera de Tomás y cada vez los nervios y la tensión eran más evidentes, sobretodo en “El Flaco” que por más que intentara no lograba ocultar la ansiedad y el nerviosismo, y es que sin importar cuantas carreras hubieran corrido desde que Tomás era solo un niño, aquí estábamos en Laguna Seca, junto a los mejores pilotos del mundo y con todas las miradas puestas en estos jóvenes talentos, con unos tiempos que permitían soñar al menos con un podio, pero en las carreras hay miles de variables y todo puede suceder, se necesita ser rápido, que la moto no falle, que nadie se lo lleve a uno por delante, que uno no cometa ningún error, que la suerte este a favor y además hay que jugársela hasta el propio límite, sobretodo cuando se corre con motos que son idénticas en todo sentido.
La carpa de Red Bull que es como un oásis para los pilotos y sus acompañantes.
A las 3:30 en punto se prendieron los motores y de nuevo se formó el corrillo de gente alrededor de los 24 pilotos. Mientras los monocilíndricos ganaban temperatura a golpes secos de acelerador, los corazones de todos los que estábamos conectados a cada uno de los pilotos también se aceleraban a un ritmo frenético, las manos comenzaban a sudar y hasta hablar se hacia difícil por la tensión. Recuerdo ver al Flaco dándole la bendición a Tomás antes de salir disparado a buscar una posición privilegiada a donde mi pase de fotógrafo me permitía llegar, justo a la sombra de un pequeño árbol y desde donde podía contemplar el 90% del trazado. En la vuelta de cortesía todo marchó perfecto, las motos se instalaron en la parrilla de salida y poco después arrancaron con todo. En las primeras dos curvas (las más delicadas) nadie se fue al suelo, un agradecimiento mental a Dios y a esperar las posiciones en la torre principal. Como imaginábamos Tomás estaba en la punta, junto a Solis y Mercado y los tres se escaparon del resto, no era fácil reconocerlo, pero gracias a unos acertados binoculares pronto logre identificar su casco y el número 12 en el frontal de la moto. A medida que las vueltas pasaban los tres se intercambiaban posiciones, pero luego Tomás optó por quedarse detrás mirando la pelea de sus rivales y esperando la mejor oportunidad. Cuando faltaban 6 vueltas de las 18, en la última curva antes de entrar a la recta, “Tomy” vio una buena posibilidad para superar a ambos y con la moto aún inclinada aplicó clutch para exprimir los 45 caballos de su montura, pero esto hizo que la rueda trasera perdiera agarre y la moto se puso de costado, lista para sacarlo por los cuernos, como dicen los españoles, en una de las peores formas en las que se puede caer un piloto, porque cuando la rueda vuelve a traccionar da un fuerte latigazo en la cola que lo catapulta por delante, en una caída que normalmente termina con lesiones serias. En esa milésima de segundo fue como si el mundo se acabara, no quiero ni pensar lo que habrá sentido “El Flaco”, pero Tomás tan pronto pudo se puso en pie y corrió hacia la moto, la prendió y arrancó sin perder muchos puestos y haciendo caso omiso a un auxiliar de pista que le indicaba con las manos que se detuviera, seguramente porque en la caída había volado el visor del casco, pero esto no fue impedimento para que este joven terminara la carrera en sexto puesto a 28 segundos de los ganadores quienes pasaron la meta codo a codo en un final de infarto que se definió a favor de Solís por apenas una milésima (ósea nada). Más tarde, algo lastimado en su pie derecho y evitando cojear para que no le fueran a impedir correr al día siguiente, Tomás nos contaría que terminó esas últimas vueltas prácticamente sin ver nada y que a pesar de todo estaba satisfecho con su resultado, además estaba contento porque muchas personas se acercaron a felicitarlo por su coraje, incluido el mismo Schwantz quien le hizo el gesto de quitarse el sombrero y John Ulrich, dueño del equipo de Martín y un reconocido buscador de talentos que ha impulsado a pilotos de la talla del mismo Schwantz o Hopkins, se acercó a Tomás y tras felicitarlo le dijo que lo admiraba porque al levantarse y terminar la carrera de esa forma, había demostrado que era un piloto que además de tener mucho coraje y capacidad, corría con el corazón y que eso pesaba más que un podio.
Calentando motores para salir a la pista.
Ese día de fuertes emociones, concluyó con la carrera de Martín, donde el paisa hizo una increíble remontada desde el puesto 15 para terminar sexto, siendo el mejor de su equipo y superando a muchos con motos oficiales, de paso también se ganó muchas felicitaciones (bien merecidas), de hecho al finalizar la carrera lo vimos bastante ocupado firmando autógrafos y posando para fotos con muchas personas que vieron su excelente carrera, donde hizo todo lo que pudo para poner al frente una moto que nunca estuvo a la altura y que a punta de manejo logró llevar al frente.
«Tomy Puerta» es bastante popular y no es extraño que muchos quieran llevarse su autógrafo.
Martín revisa que todo esté bien en sus dos máquinas antes de salir a clasificar.
La mañana del domingo se fue bastante rápido, disfrutando de las exhibiciones y de la inmensa feria instalada en el interior del circuito, donde había de todo, desde concursos de motos modificadas, hasta muestra de motos de carreras antiguas e innumerables carpas con todo tipo de productos para todos los gustos y presupuestos, incluyendo todas las novedades de las principales marcas. Entre tanto Tomás se mantuvo muy quieto cuidando su pie y evitando lastimarse, para estar lo mejor posible para la segunda carrera, se notaba que el dolor no era poco, pero como buen piloto que solo piensa en competir lo disimulaba muy bien. Ese día había mucha gente en cada lugar posible, disfrutando de una pista que le permite a los espectadores estar demasiado cerca de la acción, inclusive en algunos puntos (como el Sacacorchos) las motos pasan a menos de 20 metros de los aficionados, algo impensable en los circuitos de última generación.
Así pasan el tiempo libre los pilotos de Red Bull
A pesar de lo aparatosa que fue la caída de Tomy, pudo pararse y terminar. Foto: BJN
A las 12:45 en punto arrancó la segunda carrera de la Copa Red Bull y Tomás salió con todo punteando las tres primeras vueltas, pero pronto fue cediendo puestos hasta ubicarse en la quinta casilla. Allí se mantuvo de forma conservadora tratando de sumar puntos y faltando una vuelta le ganó el cuarto puesto al local Joey Pascarella, en una carrera que de nuevo fue ganada por Benny Solis. Con este resultado Tomás quedó cuarto en la general a tan solo un punto del tercero y manteniendo el cupo para Indianápolis donde se enfrentarán los 10 mejores de Estados Unidos contra los 10 mejores de Europa, y luego el 25 de octubre repetirán en Valencia, España, en ambos casos compartiendo pista con el MotoGP.
Stoner sale al frente, pero no sabe lo que le espera.
Y hablando de MotoGP, una vez finalizada la presentación de los Rookies, llegó la hora del plato fuerte, y no exagero al decir que en las 15 primeras vueltas Rossi y Stoner nos obsequiaron más emociones que las últimas cuatro temporadas de Fórmula 1, todo por cuenta de la espectacular batalla en la que vimos toda clase de sobre pasos, incluida una estocada magistral que el hombre de los cascos le propinó al número 1 de la Ducati en pleno Sacacorchos, al improvisar la trazada por encima de la tierra saliendo al asfalto con la moto ya lista para la curva, en una maniobra de infarto y bastante apretada que por poco termina en colisión y por la cual más tarde Stoner se quejaría, pero Rossi que siempre guarda un as bajo la manga, lo despachó preguntándole que si era que él nunca había visto como se corrían las carreras hace 20 años. Unas vueltas más tarde el australiano no soportó la presión y cometió un error a 8 vueltas del final, cayéndose levemente en el mismo punto donde Tomás se había ido al suelo el día anterior, con esto la bandera a cuadros quedó para Rossi quien por fin podía festejar un triunfo en Laguna Seca.
Agradecimiento especial a: Dorna y Familia Betancourt
Martín y Tomás posan para la foto junto a Santiago Betancourt, motocrosista de Manizales que también se destaca en pistas de Estados Unidos.
Martín dedicándole tiempo a sus seguidores.
En Laguna Seca había de todo y para todos los gustos, como estas Kawa 1400 turbo que más parecían obras de arte.