Al ver este titular, muchos pensarán que se trata de una crítica sobre el comportamiento o sobre las condiciones de manejo de los pilotos del Mundial de Velocidad, pero lo que no imaginan es que en esta nota hablaremos de un deportista en particular con con más de 1.90 mts. de estatura perdió el cupo en un equipo y por poco y no se acomoda a su Ducati, se trata del francés Loris Baz.
Este piloto que corrió en el Mundial de superstock y superbike, a pesar de su gran tamaño, no tuvo problemas para acomodarse en sus monturas, pues las dimensiones de las motos de dicho campeonato son más largas que las de MotoGP, pero una vez llegó a la categoría reina el francés ha padecido por sus gran altura, pues comparado con la media de los pilotos de MotoGP que está en 1.70 mts. medir 1.92 mts. es toda una hazaña acomodarse en la moto.
Por los motivos antes expuestos los mecánicos e ingenieros del Avintia Racing (equipo con el que corre Loris), debieron idear la forma en que la Ducati pudiera albergar cómodamente al francés, dado que la fábrica no disponía de tiempo para tal actividad, así que pusieron manos a la obra y la solución se logró con el carenado, reduciendo el tamaño del colín, hay más espacio para que él pueda acoplarse a la moto. Fueron simplemente 8 centímetros que le ganaron al asiento, pero gracias al ingenio, Loris está más cómodo sobre la Desmosedici. Pero si el sillín se corre, qué pasa con las piernas y los brazos? pues esos detalles también se tuvieron en cuenta, los posapies se corrieron 2 cm hacia atrás y 1.5 cm hacia abajo; los manillares están un centímetro más altos y 5 mm más adelante, pero para complementar las adaptaciones el eje trasero de la moto de Loris está lo más retrasado que permite así la distancia entre ejes de la Ducati es diferente a las de los otros pilotos en MotoGP, incluso más que la de su compañero Héctor Barberá que apenas mide 1.69 mts. de altura y por consiguiente la moto le queda perfecta al español.
Por ahora el galo ha disfrutado de la moto, en el trazado de Australia, donde pudo hacer más de 50 vueltas en la segunda jornada del test, logrando marcar el tiempo que lo ubicó en el puesto 11 de la tabla de cronos. Recordemos que Loris fue el protagonista de la espeluznante caída en la recta del trazado de Sepang un par de semanas atrás, cuando la llanta trasera de su moto, prácticamente estalló a más de 290 km/h, quizás su tamaño y el tamaño de la Ducati (en ese momento) pudieron afectar el desempeño de la llanta.
Al final del segundo día de pruebas, pues en el primero Loris no salió a la pista, el piloto habló sobre las adaptaciones en su moto:
«No había empezado bien el día con la lluvia otra vez, pero al final ha salido el sol y hemos podido salir a la pista cuando se ha secado. Hoy principalmente hemos trabajado en mi posición sobre la moto con el nuevo asiento y los nuevos estribos. La verdad es que nos ha quitado mucho tiempo de pista, pero hemos dado un gran paso adelante en este aspecto».
«El equipo ha hecho un gran trabajo y me siento más cómodo que nunca sobre la moto. Pero durante todo el día no he apretado para buscar un tiempo, y cuando lo he hecho se ha roto el escape y he pensado que hoy no iba a poder tirar para hacer una buena vuelta. Al final he podido salir otra vez con una goma nueva y detrás de Rossi me ha salido una buena vuelta. Me falta poder hacer el tiempo yo solo, necesito un poco más de confianza en el paso por curva. Pero he mejorado mi tiempo del año pasado y eso siempre es positivo».
Héctor Barberá y Loris Baz intercambian monturas y la diferencia se nota en el colín de la moto de Baz, que es más corto, sus manos quedan más relajadas y sus piernas más cómodas.
Como podrán ver, el tamaño de ambos es muy diferente y es por ello que para Loris no es fácil acomodarse en la montura de MotoGP.