Por: Dany Fernández
Aprovechemos la jornada de descanso de este Dakar 2019 para volver a lo básico. ¿Qué es el Dakar? ¿Por qué le dicen “la carrera más peligrosa y difícil?
Para empezar, debemos tener claro qué es un Rally. En eventos a motor, un Rally es una competencia a campo traviesa, definición que a partir de este momento llamaremos Off-Road. Pero, debemos comprender que ese Off-Road, hace referencia no solo a las vías terciarias o veredales como las conocemos, sino que incluye, la mayoría de las veces, abrir caminos y atravesar terrenos por los que nunca ha circulado cualquier tipo de vehículo.
En ese orden de ideas, el Rally Dakar es, entonces, una competencia off-Road.
El Dakar es una competencia que se hace fuera de los caminos asfaltados.
Hace 42 años un grupo de pioneros decidió organizar una competencia off-Road que exigiera al máximo tanto al piloto como al vehículo, y se les ocurrió desarrollarla en Dakar, Senegal (Si, la palabra Dakar viene del nombre de este pueblo) y con el paso de los años fueron extendiendo su recorrido a diferentes países hasta lograr un promedio de 10.000 kilómetros por competencia. Tal y como lo leen, queridos amigos, 10.000 kilómetros por competencia que se deben recorrer en 15 días. Algo así como hacer la ruta Medellín-Bogotá, ida y vuelta, en un día, durante 12 días seguidos, pero por campos sin vía siendo guiados por una brújula que marca el rumbo a seguir.
Teniendo en cuenta que el off-Road se enfoca principalmente en aislarse de cualquier tipo de vía, para desplazarse de punto A al punto B, se hace necesario saber utilizar mapas, brújula, y sobre todo: saber navegar. Término clave en esta competencia. La navegación es más importante que la misma técnica de manejo o vehículo. De nada te sirve ser un súper piloto y conducir una motocicleta de 1 millón de euros (ese es el estimado de una moto Rally Dakar Pro -KTM, Honda, Yamaha); si no tienes ni idea de navegación. Esta navegación ha evolucionado, como todo.
Detrás de un Rally hay mucha logística, tanto para la asistencia, como para la seguridad e incluso para la prensa.
La navegación en el Dakar consiste en seguir una hoja de ruta, un libro que la organización le entrega a cada piloto, en donde se indica y alerta sobre el estado de la ruta a seguir, con las instrucciones para saber por dónde seguir, dando los rumbos y kilómetros a recorrer, resaltando los pasos obligatorios en el trayecto, que llamaremos Way Point y Check Point.
Los Way Point (WP) son los pasos obligatorios que dividen el recorrido, por lo general, escondidos o poco visibles para los pilotos. Los vehículos son equipados con GPS proveído por la organización, el cual se activa a escasos 300 mts de distancia de cada WP, para mostrarle al piloto la ubicación exacta y para que quede registro del paso por el mismo. Los Check Point (CP) son puntos de control, ubicados en WP, donde hay: comisarios, médicos y autoridades dispuestos por la organización, con el objetivo de validar las condiciones físicas y de salud del piloto, y el estado técnico y funcional del vehículo, con el objetivo de determinar si el binomio puede o no continuar en carrera.
La hoja de ruta es el mapa que guía a los pilotos.
Hasta este punto, llevamos: el Rally Dakar es una competencia off-Road con alta exigencia técnica y física por sus largas distancias a recorrer en poco tiempo, con navegación mediante hoja de ruta con pasos obligatorios. Parece hasta fácil, ¿No? Pues no, adentrémonos en lo que se vive y se exige para que asimilemos el por qué es tan difícil y, para muchos, el solo hecho de estar allí, ya se convierte en un logro.
Las rutas del Rally Dakar se diseñan por los caminos más difíciles. Arena, fesh-fesh (casi ceniza), ríos secos llenos de piedras, dunas tan altas que nunca se sabe qué hay al otro lado hasta llegar a la cima de la misma, salares… sin contar con los peligros de la naturaleza misma, tormentas repentinas, neblinas, huecos no marcados en la hoja de ruta. Cambios de altura sobre el nivel del Mar en un mismo día: inicias etapa a 0 m.s.n.m y terminas a 4.500 m.s.n.m. Esto hace que la resistencia física del piloto sea la de un súper humano. Así mismo, el vehículo debe estar preparado para soportar la inclemencia del camino. Por eso, los pilotos deben estar acompañados por el Equipo de Asistencia, un grupo de mecánicos, técnicos y preparadores físicos que al finalizar cada etapa, se ocupan de recuperar al piloto y a su vehículo, a fin de dejarlos listos para el siguiente día.
Las etapas tiene su clasificación: Normal y Maratón, siendo la última esa etapa en la que los pilotos tienen prohibido recibir cualquier tipo de asistencia mecánica por parte de su equipo, lo que obliga al mismo piloto a corregir cualquier avería o a alistar su vehículo para el día siguiente por sus propios medios.
Todo piloto que corre un Dakar, debe tener conocimientos básicos de mecánica, para poder asistirse en las etapas Maratón y mientras llega la asistencia en carrera.
En el Rally Dakar hay una categoría Original: pilotos sin asistencia y sin equipo, pilotos que corren todo el Rally dependiendo de sus propios medios para solventar cualquier novedad de su vehículo.
¿Seguimos pensando que correr un Rally Dakar es fácil? Sigamos un poco más a fondo.
Te inscribiste, pagaste, cumpliste con las normas, estas listo para iniciar etapa. Tienes una etapa de 400 kms de especial + 400 de enlace. Corres la especial, superas los WP, terminas la especial 12 horas después de haber iniciado. Terminó tu día? ¡NO! Debes seguir los otros 400 de enlace. El enlace es el desplazamiento hacia el punto de partida de la próxima etapa. Pero, ¡Oh, Sorpresa! Llevas 12 horas de recorrido y el campamento está a 6 horas mas de recorrido, y debes llegar antes de que lo cierren porque, si lo cierran, quedas fuera de competencia.
Cualquier persona puede correr en el Rally Dakar. Sin embargo, la organización reglamentó que solo aquellos pilotos que acrediten experiencia mediante un palmares o acumulado de carreras válidas por ellos mismos (Dakar Series) o FIM – FIA, serán aptos para participar. La participación en el Rally Dakar acarrea gastos que pasan por: inscripción, alquiler de equipos de navegación, seguros, permisos, y avales; vehículo, asistencia (mecánica y técnica) de vehículo, combustible, gastos de desplazamiento, equipamiento de seguridad del piloto (reglamentado y de obligatorio cumplimiento con certificaciones internacionales); entre otros. Se estima que para correr un Rally Dakar, hoy, en pesos colombianos, se necesitan alrededor de $300’000.000=.
Unos son los pilotos de punta, los que buscan un lugar en el podio y otros los que lo hacen como un reto personal.
Esto es solo un breve resumen. Solo con esto nos es suficiente para entender el porqué para nosotros es un orgullo tener representantes colombianos en el Rally Dakar. Y mejor aún, son nuestros héroes porque ellos se convirtieron en leyendas cuando terminaron su primer Dakar.
Esta carrera se mide en dos experiencias: los que compiten en punta, esos que tienen recursos infinitos, que son apadrinados por equipos que invierten millones de euros en máquina, desarrollo de piloto, esos que se dan el lujo de entrenar 8 horas diarias y correr a nivel mundial cuanta válida exista. Y los otros, los de media tabla para abajo, los que sudan cada centavo para cumplir su sueño, los que sin importar lo que pase se arriesgan y desafían al Dakar. Estos últimos, los que no mojan prensa, son nuestros héroes, porque nos enseñan que cualquiera de nosotros puede cumplir sus sueños.
Tanto los que van al podio, como los que terminan el Dakar son unos guerreros, pero sin duda, para los mortales como nosotros, éstos últimos son nuestros héroes.